Si estás en tu casa, lamentándote del mal día que has tenido, tal vez no deberías quejarte tanto ya que hay otras personas que verdaderamente la han pasado mal, pero gracias a la fortuna esos momentos han quedado guardados, quizá como un aviso para ti de que no todo está tan mal.
Ven a divertirte con la desgracia ajena… Puede ser un buen método para que te sientas mejor.