¿Se han fijado que cuando celebramos antes de tiempo, todo resulta en una pérdida instantánea? Parece que es ley universal, como si el karma, la dignidad y la confianza se juntaran para decidir hacernos quedar como estúpidos, pero al final, es nuestra culpa, ya saben, por cantar victoria antes de tiempo.
Le pasa hasta a los mejores del mundo. Cuántas veces no hemos visto a un deportista estar muy cerca de la meta, levantar los brazos y disfrutar el momento de victoria solo para ser derrotado por alguien que aprovechó esos segundos de arrogancia. Bueno, pues eso mismo pasa en la vida cotidiana y hoy te daremos unos divertidos ejemplos.