Varones, ¿recuerdan cuando sus papás les decían “No, hombre, ni un favor le pueden hacer a uno”? Y les hacíamos el favor todo mal solo para que nos dejaran de estar regañando. Bueno, esa práctica es muy común en la vida diaria cuando uno hace exactamente pero de una forma maliciosa lo que le piden. La lógica es simple: Sigues las reglas de manera demasiado directas y cumples con la solicitud, pero actúas en contra del verdadero significado.
Si aún no entiendes lo que te digo, el día de hoy te daré algunos ejemplos de personas que siguieron una petición al pie de la letra y resultaron en accidentes divertidos. Ten cuidado con lo que deseas.