El perro es el mejor amigo del hombre, de eso no tengo la menor duda, y que mejor que esta divertida historia para comprobarlo. Resulta que un hombre en República Dominicana fue arrestado la semana pasada por desobedecer las reglas locales del toque de queda, implementadas para ayudar a frenar la pandemia de coronavirus, ¿y quién lo ayudó a salir del apuro? Su fiel can, claro que sí.
Después de llevar al hombre a la estación de policía esposado, todos los testigos quedaron desconcertados cuando su peludo amigo de cuatro patas entró corriendo a la comisaría para proteger a su dueño y detener su arresto.
La escena fue tan tierna como graciosa, y al ver cuán apegado estaba el lomito con su amado dueño, a los policías no les quedó de otra que soltar al rebelde, pues creyeron que sería cruel separarlos.
De a cuerdo a lo informado por medios locales, el coronel de la policía José Francisco De La Cruz Mercedes explicó que la única razón por la que decidió liberar al hombre, a pesar de que había roto las reglas, fue porque su mascota fue a buscarlo.
En el divertido video de su liberación, podemos escuchar como De La Cruz le dice al detenido:”¿Sabes por qué te voy a soltar? Porque aquí puede venir cualquiera a buscar, y vino ese perro aquí y me dijeron que era suyo. Y por eso lo voy a soltar”, dijo, y agregó “Es la primera vez que entrego un preso a un perro”.
Obviamente, esto no es un truco que pueda funcionar en cualquier situación. A la policía del lugar le causó gracia que el perrito intercediera por su dueño al cometer una falta no tan grave, pero la historia sería diferente si el detenido hubiera hecho algo más fuerte, como robar un banco. Hoy funcionó la táctica, mañana quién sabe.
Las autoridades de República Dominicana dictaron toque de queda, o sea, que nadie puede salir de sus hogares desde las 9pm hasta las 5am de lunes a viernes, y desde las 7pm hasta las 5am los sábados y domingos. Las únicas excepciones a la regla son aquellos que buscan ayuda en emergencias médicas, así como personas que trabajan o viajan desde temprano.
Así que la población estaba avisada, cualquiera que infrinja esas reglas podría ser detenido, como este sujeto. Desafortunadamente no todos tienen un fiel can que los saque del apuro.