La iniciativa estadounidense de investigación seria de los UAPs (fenómenos aéreos no identificados, por sus siglas en inglés) ha dado mucho de que hablar, sobre todo con la promesa de desclasificación de varios archivos históricos y recientes de los que solían ser llamados ovnis u objetos voladores no identificados.
A pesar de que la mayoría de la información sobre los UAPs permanece como clasificada, miembros anónimos familiarizados con la información que posee el gobierno estadounidense dicen que, por lo menos, entre los últimos UAPs que se han manifestado hay gran presencia de drones de vigilancia chinos y no son pertenecientes u obra de inteligencias extraterrestres interesadas en nuestro mundo.
La misma cantaleta
A pesar de que se había prometido hacer públicos los resultados de las pesquisas oficiales para el 31 de octubre, la información sobre mucha evidencia visual ha permanecido clasificada, pero, según fuentes anónimas ligadas con el Pentágono, un documento enviado al Congreso estadounidense aclara la naturaleza de los UAPs antes de que el público se entere.
Según el documento aún clasificado, la mayoría de los fenómenos aéreos sin identificar se deben a operaciones de espionaje extranjeras, a basura aérea e incluso a los clásicos “globos meteorológicos”, que casi siempre eran los que se llevaban la culpa en caso de ovnis. Los videos etiquetados como Go fast y Gimbal fueron desclasificados en su momento, anunciando que se trataba de drones de vigilancia extranjeros y que su aparente imposibildad, por las altas velocidades que parecían alcanzar, se debía principalmente a ilusiones ópticas y limitaciones de las cámaras.
Mucha de la información permanece clasificada
Aunque pudiera parecer razonable, la postura del Pentágono de no apresurar conclusiones en cuanto a sus análisis, que subsecuentemente ha mantenido en secreto los resultados de las indagatorias, también ha abierto las puertas a especulaciones y teorías de conspiración, como siempre ocurre cuando estos temas controversiales están involucrados.
La vocera del Departamento de la Defensa estadounidense, Sue Gough, ha asegurado que el Pentágono se mantiene comprometido con sus principios de transparencia, pero que es obligación de la institución proteger información sensible, así como a las fuentes de esta y los métodos con los que se han obtenido.
¿Por qué mantenerlo en secreto?
Ahora, si el caso es que se han identificado los mentados objetos voladores no identificados (ovnis), ¿por qué no explicar al público cuál es su naturaleza? Según el New York Times, los oficiales que revelaron la verdadera identidad de los UAPs también tienen sus teorías sobre por qué mantener el secreto es importante para las autoridades.
Aunque algunos de los incidentes han sido atribuidos formalmente a maquinaria de supervisión china que emplea tecnología dron relativamente ordinaria, se piensa que en otros casos están conectados con los altos mandos chinos. La información sobre esto no se libera porque los estadounidenses no quieren que se sepa que los intentos de espionaje fueron detectados.
Conspiraciones tiradas por el suelo
En el reporte de desclasificación que ocurrió en 2021, autoridades estadounidenses admitían que gran parte de la evidencia sobre UAPs no podía ser explicada a cabalidad, pero, desde entonces, la explicación de espionaje ya estaba considerada una de las posibles explicaciones.
Según los estadounidenses, potencias extranjeras que incluyen a China y Rusia están sumamente interesadas en obtener secretos militares de Estados Unidos. En particular, se ha señalado que la inteligencia china quiere obtener información sobre el entrenamiento y capacitación de pilotos luego de haber robado información sobre tecnología aeronáutica estadounidense.