La mejor forma de poner la cereza en la cima del pastel es llevar uno a la fiesta, para que se sienta que la celebración es en serio. Usualmente, la torta es el centro de la celebración y sirve no solo como manjar y endulzar el paladar de los convidados, sino que también puede reflejar los gustos del festejado para que se la pase aún mejor. Sin embargo, incluso las mejores intenciones pueden resultar mal y no todos los postres son bienvenidos.
A continuación te presentamos 17 pasteles que no solo son decepcionantes, sino también ridículamente malos. Sus formas bizarras o incompetente preparación, en lugar de convertirse en el alma de la fiesta, se asemejaron más a bromas de mal gusto que amenazaron con arruinar las festividades. Con mucha pena (y no pocas risas) hacemos homenaje a estos horrores reposteros.