Los papás ya tienen suficientes preocupaciones con sus propios hijos como para además andar cuidando mascotas, y por eso siempre tienen bajo la manga el clásico “yo no quiero perros en esta casa”, hasta que no les queda de otra más que aceptar a un nuevo miembro en la familia.
Al principio no los querían tener cerca y les hablaban feo diciéndole “el perro ese”, pero las mascotas tienen una manera muy peculiar de enternecer a cualquiera y con el paso del tiempo no solo fueron ganando el respeto del hombre de la casa, sino también su cariño. Ahora estos 30 papás que no querían animales en su hogar y sus mascotas son inseparables.