Los hombres y las toallas sanitarias femeninas son dos cosas que simplemente no van bien juntos, tan sólo al escucharlo se comienza a generar un conflicto existencial. Su nula afinidad, incluso, llama la atención de cualquiera en el supermercado.
Así que, cuando las mujeres envían a los hombres a comprar algunas, la experiencia nunca termina nada bien, por muy buenas que sean las intenciones de un buen macho alfa que tiene que salir avante.
Sólo basta con preguntarle a Tia Sav, a quien se le ocurrió pedirle este favor a su papá. Su experiencia la compartió en Facebook y ha sido compartida más de 17 mil ocasiones. Lo que demuestra que historias como ésta siempre llamarán la atención. Y más cuando las respuestas del papá resultan graciosísimas.
1. ¡Hay cientos de ellas!
-Estoy en Tescos, ¿dónde están?
-Están por los desodorantes y champús
-Ok. Las encontré. ¿De cuáles quieres?
-Always
-¿Siempre qué?
-No, se llaman Always
-Oh, ya vi. ¡Qué demonios! ¿3.50? ¿Y ahora qué, hay cientos de ellas?
2. ¿Qué diablos son alas?
-Tranquilízate
-Ésa mujer me ve de forma extraña, date prisa
-Necesito las nocturnas, deben tener empaque morado, con aroma, y con alas; por favor
-¿Qué diablos son alas? ¿Cómo sabré si tienen aroma, las tengo qué oler?
– Dice en el empaque, cálmate
-Ok, porque olerlas sería muy raro, ¿no crees? ¿Necesitas cremas?
3. Te llevaré chocolate…
-¡Qué demonios! ¿Por qué necesitaría cremas?
-Porque pensé que ustedes necesitarían cremas para después
-¡Dios!, sólo tómalas y regresa
-Ok
-Satanás necesita comer. Te llevaré chocolate