Los dibujos que hacen los niños pequeños son enternecedores, aunque muchas de las veces tenemos que reconocer que no pintan para ser un Picasso. Sin embargo los padres ven esos trazos como la mejor hazaña de sus pequeños, por lo que casi siempre esas hojas rayoneadas terminan prensadas con un imán en el r efrigerador.
Lo que come nzó como una serie divertida entre un padre creativo y sus dos hijos, ahora se ha convertido en un proyecto visual mucho más grande… y algo espeluznante.
Este padre, llamado Tom, comenzó a compartir los dibujos de sus hijos, no sin antes haber sido modificados y llevados a la realidad. Ahora acepta obras de arte de niños de todo el mundo para hacer lo mismo con sus dibujos
Esto es lo que comparte en su cuenta de Instagram: