Las bodas han dejado de ser al estilo del clásico cuento de hadas, donde todo es perfecto y se sigue un estricto protocolo, lo cual es bueno porque hay mayor libertad, pero eso también implica correr riesgos que puedan echar todo a perder.
Adam Quinn estaba muy contento en su fiesta de bodas y se puso a cantar, pero fue tanta la emoción que comenzó a bailar y dar brincos, pero como el piso estaba mojado, resbaló y terminó con una fractura en el codo que lo envió al hospital.
A la pareja les gusta la música más “pesada”, así que ya entrada en copas, el novio se puso a cantar un tema de Parkway Drive, un grupo de metalcore. Como era de esperarse, se emocionó y empezó a bailar y dar brincos.
Para su mala fortuna, con tanto brinco se había derramado cerveza y otras bebidas sobre la pista, por lo que resbaló y cayó sobre su codo, lo que le provocó una dolorosa fractura. De hecho, tuvieron que llamar a emergencias para que lo llevaran al hospital.
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Por la gravedad de la lesión y el tremendo dolor que sentía, tuvieron que llevarlo al hospital donde lo anestesiaron para poder acomodarle el codo. La novia, siguiendo aquello de “en la salud y la enfermedad”, lo acompañó durante toda la noche.
Mientras que la pareja estaba en el hospital, varios de los invitados continuaron con la fiesta en el salón, brindando por que el novio se pueda recuperar y, bueno, también divirtiéndose al pensar que sería una extraña “noche de bodas”.
Al final, todo salió bien y el codo del novio irá sanando. Además, la pareja se quedará con un recuerdo de su boda que no olvidarán jamás y podrán contarle a sus hijos para que se diviertan al escuchar esta historia.