Es oficial: no puedes publicar ninguna imagen en internet sin que la gente haga uso del Photoshop y te deje en ridículo. La última persona de una larga lista de víctimas es una chica un poco convencional que decidió romper su cinturón de castidad (sí, aún siguen usando esa cosa) durante su boda.
De por sí la imagen original ya es un tanto peculiar y graciosa; ahora imagínala con un poco de Photoshop… Sólo podemos decir: gracias Internet. Disfruta.