No todos nacimos en cuna de oro, esa es una realidad. Para algunos la vida ha sido complicada, así que cuando nos topamos con gente rica que no aprecia lo que tiene, es inevitable que no nos dé coraje.
Es más, me atrevo a decir que la mayoría de nosotros tiene una o dos anécdotas sobre niños ricos siendo malagradecidos con sus padres. El día de hoy hablaremos de ellos pero, lo mejor, es que las historias terminan en final feliz: con un poco de realidad pegándoles directo en la cara.
1. Destruyó su auto
“Conocí a un niño rico cuyos padres le compraron un auto y él lo trataba como basura, incluso lo conducía bruscamente, confiado a que si se descomponía o le pasaba algo, sus padres le comprarían el que él quería desde un principio.
“Bueno, pues lo destruyó y sus padres jamás le compraron uno nuevo. Incluso lo castigaron recortándole la mesada, así que iba y regresaba a su casa de aventón. Solía ser el mocoso mimado más ególatra que he conocido”.
2. Se le acabó la fiesta
“Un pariente distante pasó sus años de universidad enfiestado con el subsidio que su padre rico le daba cada año, estamos hablando de unos 100 0 120 mil dólares. Viajaba por el mundo, iba a Bali, Tailandia, Europa, todo pagado con dinero de su papá.
“A los 32 años más o menos, decidió sentar cabeza y abrir un negocio junto a su prometida quien, por cierto, era una cazafortunas. Cuando fue a transferir su dinero a su cuenta bancaria en los Estados Unidos, notó que solo eran unos pocos miles de dólares. Él, enojado, preguntó a los trabajadores por qué no le habían transferido el monto total, solo para que le informaran que su padre le había dejado de dar la mesada sin decirle nada y él no se había dado cuenta”.
3. Cheque en blanco
“Apenas había empezado la universidad y el chico del dormitorio frente al mío era un niño rico y mimado cuyos papás le daban todo. En segundo semestre, él y un amigo encontraron una chequera en la calle. Los muy tontos decidieron escribir un cheque a su nombre e ir al banco a cobrarlo. El cajero llamó inmediatamente a los policías y los arrestaron.
“La noche del arresto él se reía y nos dijo que su papá ‘se haría cargo’ y todo saldría bien. Esa misma semana conocí a sus padres mientras recogían sus cosas del dormitorio, ya que había sido expulsado. Al parecer su papá no se hizo cargo de nada”.
4. Tragos para todos
“Vivo en un país con altos impuestos al alcohol. Un día entran como 10 0 12 niños ricos a un bar, le lanzan la tarjeta bancaria al barman a la cara y le exigen unos shots para sus amigos y la gente que estábamos cerca de él:
“—¿De qué los quieren?
“—De lo que tengas, mi papi paga.
“El bartender nos da shots de J.W. Blues a todos, el whisky más caro de Johnnie Walker, y ellos seguían pidiendo y pidiendo.
“Cuando la cuenta llegó, el malcriado de la tarjeta comienza a llorar y dijo: ‘Rayos, mi papá me va a matar’.
“Gracias por los tragos”.
5. Madurando a fuerza
“Unos señores me contrataron para ayudar a su hijo malcriado de 18 años a dar el paso a la ‘vida real’, algo que ellos no le pudieron enseñar. Mi primera acción fue quitarle sus tarjetas de crédito ilimitadas. Al principio lanzó una rabieta que duró días: ‘¿De dónde voy a sacar dinero? ¿Cómo voy a conseguir trabajo? Mis padres te despedirán’. No lo hicieron.
“Cuando se dio cuenta que los padres no iban a cambiar de opinión, y que él tenía cuentas y facturas que pagar, se dirigió a la universidad, acabó su carrera en 4 años. Ahora es un adulto, idiota, pero al menos tiene un trabajo y educación”.
6. Destrozó su auto
“Un tipo rico y malcriado de mi escuela llegó en un auto deportivo de 325 mil dólares. Estaba presumiéndolo cuando perdió el control, se estrelló en una pared de concreto y, obviamente, lo destrozó”.
7. La secadora y el microondas no son lo mismo
“Mi compañera de cuarto era una chica que jamás en su vida había hecho algo en su casa, ella tenía gente que hacía todo por ella. No sabía lavar su ropa, mucho menos cocinar.
“Todo eran risas y diversión hasta que pensó que una secadora y un microondas eran el mismo electrodoméstico, así que puso su ropa mojada en el microondas y quemó el dormitorio. Nadie salió herido, pero todo el piso tuvo que buscar asilo temporal mientras arreglaban el desastre”.
8. Huevos con todo y cáscara
“En mi primer año de universidad tuve un compañero de cuarto que provenía de una familia increíblemente rica del Medio Oriente. Le fue muy difícil adaptarse, sobretodo porque no estaba acostumbrado a hacer las cosas solo, tenía gente que le hacía hasta la comida. Recuerdo que una mañana desperté, fui a la cocina y estaba preparando huevos y pan tostado.
“Me preguntó cómo cocinaba normalmente los huevos fritos porque a él le sabían muy crujientes. Resulta que rompió el huevo entero en la sartén y lo preparó con cáscara y todo. No me reí de él, pero me sentí mal”.
9. El presumidito
“Cuando estaba en prepa (en los 90), uno de mis compañeros recibió un Chevy Camaro de cumpleaños. Yo tenía un viejo Pontiac Phoenix de los 80. Él siempre buscaba presumir a mí y a mis amigos su carro. Un día, mientras esperábamos en un semáforo, este idiota intenta correr una carrera contra mí.
“Comenzó acelerando para quemar llanta, pero no supo cómo hacerlo bien y el carro salió volando y se estrelló en el auto de la esposa de un policía”.
10. Sus padres le quitaron el auto
“Conocía a este chico rico de la preparatoria que fue a la universidad y salía de fiesta todas las noches. Sus padres descubrieron que estaba reprobando básicamente todas sus clases, por lo que, en secreto, un sábado por la mañana llegaron al campus con las llaves de repuesto del auto que le habían comprado y simplemente se lo llevaron sin avisarle”.
11. Justin Bieber haciendo berrinche
“Vi a Justin Bieber hacer un berrinche y no se salió con la suya.
“Un dí fuimos a una tienda Nike, en Portland, mis compañeros de trabajo y yo. Cabe destacar que esta tienda es una de las más famosas en Estados Unidos, por lo que, mientras veíamos algunas cosas, no fue sorpresa que entrara Justin Bieber.
“Cuando él y su séquito llegaron, dijeron algo así como: ‘Van a tener que salir del lugar porque voy a hacer unas compras’, y sus acompañantes comenzaron a pedirnos que saliéramos de la tienda para que Bieber pudiera comprar solo. Afortunadamente, los empleados de Nike les dijeron cortésmente que eso no era posible, que la gente estaba ahí comprando y ellos no la iban a echar.
“En ese momento, Bieber comenzó a hacer el berrinche más ridículo que he visto en mi vida, se molestó porque no cerrarían la tienda por él. Al final, la rabieta no le funcionó y él y su equipo salieron del local enfadados”.