Tal vez lo único que saben escribir es su nombre y no entienden operaciones básicas de matemáticas, pero cuando se trata de utilizar dispositivos digitales, los niños de ahora no tienen ningún problema para obtener lo que quieren.
Las nuevas generaciones son tremendamente inteligentes al momento de usar la tecnología moderna, y el pequeño brasileño Tom aprovechó un descuido de su mamá para consentirse un poco con un gran pedido de comida, así como juguetes a domicilio, y su cara muestra que no se arrepiente de nada.
Su madre, Raissa Andrade de 32 años, había regresado de una consulta médica en un hospital y por cuestiones de protocolo sanitario, se metió a la ducha. Dejó su teléfono desbloqueado y su hijo Tom de solo cuatro años de edad lo utilizó para hacer un pedido a McDonald’s.
A Tom lo descuidan cinco minutos y ya está pidiendo cosas por teléfono. Llamó al restaurante y con el sistema de solicitud por voz hizo un gran pedido y confirmó la dirección de su casa.
Después de que su mamá terminó de bañarse, sonó el timbre de la recepción del edificio donde viven y les avisaron que un repartidor estaba esperando para entregarles un pedido de: 6 cajitas felices, 6 promociones del día, 10 malteadas, 8 McSundaes, 8 botellas de agua y 8 juguetes de Minions.
Raissa revisó su teléfono y se dio cuenta de que Tom había pedido todo eso, por lo que no le quedó más remedio que pagar. En total fueron 100 dólares más propina, obviamente.
La mamá tomó con buen humor lo que Tom había hecho y repartió el exceso de comida con sus familiares que viven en el mismo edificio. La cereza del pastel fue que Tom se quejó con su madre porque en el pedido faltaba un postre Apple Pie.
Cuando hay silencio en una casa con niños es señal de que algo están tramando. Quizá Tom tenía hambre y ganas de un juguete, pero le pareció muy egoísta pedir solo para él y por eso hizo este pedido para toda su familia. Qué considerado.