Pues sí, a veces agarramos el periódico o nos ponemos la camisa al revés, pero parece increíble que un museo especializado en arte sea capaz de poner de cabeza una obra maestra y que nadie se diera cuenta en más de 75 años… pero eso es justamente lo que pasó con New York City I, una obra de Piet Mondrian exhibida mal desde que fue mostrada por vez primera en 1945.
La obra, que data de 1941, es básicamente un entramado de cintas adhesivas amarillas, rojas, azules y negras sobre fondo blanco y que fue expuesta por vez primera e incorrectamente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (NYMoMA), Estados Unidos, en 1945 y que ha permanecido en la misma posición incorrecta en la colección de arte del estado federal alemán de Renania del Norte-Westfalia desde el año de 1980. Se proyecta mantener la posición incorrecta de Nueva York I para ayudar a su conservación, pues manipularla podría dañar su integridad.
El descubrimiento
El arte abstracto es, digamos, difícil de aprehender porque no muestra cosas concretas, sino ciertos conceptos llevados a un plano más abstracto de existencia, distinto a lo natural o a la realidad convencional. Básicamente se ocupa de emplear un lenguaje visual de forma, color y líneas para crear composiciones independientes de cualquier cosa existente en el mundo real.
Dado todo lo anterior, no cualquiera puede darse cuenta de qué pasa en un cuadro de arte abstracto, al menos no sin entender el lenguaje artístico que el autor está empleando. Quizá por eso no entendíamos esta obra, hasta que la curadora Susanne Meyer-Büser llegó a educarnos a todos, explicándonos por qué estaba 100 por ciento segura de que la obra estaba patas arriba.
Piet Mondrian y su arte moderno, ¿quién lo entiende?
Piet Mondrian fue un pintor holandés que, junto con los rusos Kazimir Malévich y Vasili Kandinski, inauguró el movimiento de la abstracción, proviniendo de los movimientos del naturalismo y el simbolismo pictóricos, que dieron lugar a su particular forma de arte. Es obvio que no comprendemos la obra de esos genios porque ningún visitante estadounidense, alemán o de ninguna otra nacionalidad puso en tela de juicio el acomodo de una de las obras más importantes del artista neerlandés.
Según dicen quienes saben o, seamos honestos, quienes dicen que saben, las líneas multicolor son una representación de la urbe, pero no necesariamente desde un plano aéreo, sino horizontal, pues, de acuerdo a ellos, las líneas que están en la “parte inferior de la obra” (que dicho sea de paso, no es “un cuadro o “una pintura”) se concentran para simular o representar un “cielo oscuro”. O eso dicen los expertos, porque algunos nomás vemos varias líneas multicolor y ya.
Evidencias de que lo pusieron mal
Desafortunadamente no puede usarse la firma del artista para ver si está puesta al derecho debido a que nunca fue firmada (probablemente era una obra inconclusa indigna de llevar su firma), pero existen algunas evidencias de que las afirmaciones de Meyer-Büser son más que meramente una teoría.
Meyer-Büser obtuvo la confirmación de sus sospechas al exponer la innegable similitud entre la distribución de las líneas en esta obra y New York City, también de Mondrian, que se encuentra en exhibición en el centro Pompidou, de París, Francia, que muestra el engrosamiento de las líneas en la parte superior. Además, una fotografía del estudio del artista holandés publicada en la revista Town and Country en junio de 1944, tomada días luego de su muerte, muestra la misma pintura, pero al revés de como está exhibida actualmente. Incluso al haber revelado esto, se teme que la gravedad desprenda las cintas si la obra se voltea, por lo que permanecerá al revés. Por si fuera poco, los expertos dicen que el hecho de que lleve exhibida tantos años de cabeza ya es parte de su historia.