Dicen que la necesidad es la madre del ingenio, y existen personas que harían cualquier cosa con tal de ahorrar dinero. Esta lúgubre historia es una muestra más de que la pobreza (o la avaricia) puede llegar hasta el más allá.
Marcos Israel Sauceda es un conductor de la aplicación de transporte Uber, y en sus redes sociales publicó una breve anécdota sobre una pasajera “fantasma”. Esta es posiblemente una de las más absurdas, macabras e hilarantes historias sobre quienes usan esta app.
El conductor cuenta que subió a una joven en la ciudad de Monterrey, México y que la llevó hasta la colonia Moderna. Cuando llegaron al domicilio, la chica se bajó y le pidió a Marcos que la esperara un momento mientras iba a buscar dinero a su casa para pagar el viaje.
En total habían sido 87 pesos mexicanos (algo como 4.5 dólares) y el chofer esperó en su vehículo, pero la chica no volvía. Después de unos siete minutos, de la casa salió una mujer mayor quien le preguntó si había dejado a alguien.
Marcos le explicó que había dejado a una muchacha y que la estaba esperando para el pago del servicio. Entonces la señora le reveló que la joven era su hija, pero que ella había muerto ¡hace cuatro años! La señora también añadió que no era la primera vez que la “chica fantasma” pedía un carro para que la llevara a su casa…
Por supuesto que el chofer no le creyó absolutamente nada, pero le dio tanta risa la historia que se habían inventado para no pagarle, que se dio por bien servido con la carcajada que le provocaron y se fue. La publicación de esta historia de “fantasmas” se hizo viral en Facebook y ya ha sido compartida más de diez mil veces.
Las personas de Monterrey ya tienen fama de que son bastante avaras, pero esta joven hasta ahora desconocida llegó a un nuevo nivel fingiendo ser un espectro con tal de no pagarle al chofer del Uber.