Una mujer confirmó en TikTok que los planes de Dios son perfectos… y un tanto vergonzosos, pues, por azares del destino, aplicó para una vacante que resultó ser su propio empleo. Aunque todo parecía apuntar a que la empresa buscaba remplazarla, el desenlace fue completamente diferente.
Rachel McIlravey se encontró cierto día con la bendición de una oportunidad laboral, la que le prometía desempeñarse justo en lo que ella quería hacer. Sin pensarlo dos veces, mandó solicitud, pero más tarde descubrió que el solicitante era su propia compañía con un nombre diferente.
Con todo el orgullo que le quedaba, continuó asistiendo a su oficina a sabiendas de que tarde o temprano recibiría la visita de un superior. Dicho y hecho, la gerente de la firma acudió al llamado para explicarle que no la querían remplazar, sino que iban a expandir el área.
Inmediatamente, tras escuchar la verdad detrás de los hechos, Rachel sintió el balde de agua fría correr por su cuerpo, pues con sus actos había dejado en claro que no estaba feliz trabajando para ellos. Fue así que su jefa le confesó que lo correcto sería despedirla, pero, bondadosamente, ella le concedió unas palabras para salvarse el pellejo.
Le dije toda la verdad, que el ambiente laboral era completamente horrible y que ella misma lo propiciaba. Le dije que era muy tóxica, chismosa y doble cara, en pocas palabras, le escupí en la cara que ella le daba el mal ejemplo a los empleados.
Después de la zangoloteada que le arrimaron, la señora patrona le confesó que, en realidad, la necesitaban, por lo que no podían despedirla. Aun así, Rachel McIlravey se fue por su cuenta con la cabeza en alto después de expresar su humilde opinión.
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