La propina es un modo de agradecer, como un extra, el trabajo que los miembros del servicio desempeñan para mejorar nuestra experiencia en el restaurante; vamos, es un modo de decir “gracias por su esfuerzo”. Sin embargo, a veces no es suficiente para algunos.
En el BTK de Bellas Artes, la experiencia de unos comensales fue completamente desagradable, pues luego de un servicio, que dijeron fue “algo malo”, la propina de 1 dólar que dejaron fue despreciada por su mesera, quien la devolvió por “insuficiente”; el hecho fue expuesto y discutido en redes sociales.
Servicio mediocre, pero con orgullo
El usuario Jorge Antonio publicó el 7 de agosto en el grupo público de Facebook “Fondita de comida rápida posting” (FCR) que a pesar de que “eso de los meseros ya pasó de moda”, ahora que le había pasado a él, tenía que compartir su historia, que comenzó con una visita a un restorán de alitas: La BTK de Bellas Artes.
El usuario dice que había ido junto a una amiga suya para disfrutar de un poco de grasosas exquisiteses. Al momento de su llegada, la mesera les recordó que la propina no era obligatoria, pero sí se agradecía, sin embargo, dado que su visita no fue totalmente de su agrado (los tiempos de atención y de servicio fueron mediocres), decidieron dejar tan solo 1 dólar de propina, el cual les habían devuelto como cambio. Estaban a punto de regresárselos de nuevo.
El dólar que nadie quiso
Cuando Jorge Antonio y su acompañante se dirigían a la salida del establecimiento, fueron interceptados por su mesera, quien tenía algo que decirles: “tomen, chicos, no se preocupen, lo que pasa es que de propina se deja mínimo el 10% del consumo”, y mientras les comunicaba esto, les entregó el billete que le habían dado de propina.
Los muchachos sintieron que la actitud de la mesera fue inapropiada, y por lo mismo decidieron compartir con las redes sociales su experiencia, que resultó el colmo en una visita decepcionante en cuanto a servicio, pues al final hasta despreciados terminaron.
Ahí con lo que guste
Luego de haber hecho pública su experiencia, se definieron claramente dos facciones en la discusión que acarreó: por un lado aquellos que apoyaron las acciones de la mesera, y por otro aquellos que señalaban que la propina no es obligatoria, y que lo que caiga es bueno.
Entre quienes defendieron a la mesera, hubo quienes dijeron que su trabajo estaba siendo menospreciado, pero dado que se supone que el patrón es quien debe responsabilizarse del pago de sus trabajadores, quienes se alinearon con Jorge Antonio dijeron que el salario digno se exige y la propina (sea cual sea) se agradece.
El servicio
Aunque no es información confirmada por el propio Jorge Antonio, se reporta que el tiempo que se tardaron en llevarles la comida superó los 50 minutos y que cuando llegaron a pedir bebidas, tuvieron que esperar hasta 20 minutos para que les fueran servidas. Aunque sea asunto de logística del restaurante, al final esas carencias afectan malamente la experiencia del comensal.
De acuerdo al mismo portal de noticias que difundió esos tiempos del servicio, el consumo de los dos muchachos fue de 100 dólares, por lo cual la mesera aclaró (incorrectamente) que “lo correcto era dejarle por lo menos 15 dólares ( que según ella representaban el 10% de la cuenta)”. Al final, los chicos se fueron con el mal sabor de boca, pero recuerden que cada quien es libre de regalar su dinero, así que no le den más vueltas, a la mesera no le servía.