Es importante ser entusiasta en tus actividades académicas, pues la buena disposición te ayudará a realizar las actividades de la escuela con mejores resultados y de modo más agradable. Una buena forma de mantener el interés es compartiendo tu viaje de descubrimiento por redes sociales, pero no siempre sale como uno espera.
Al realizar una tarea en la que debía elaborar una máscara de yeso, este joven se sacó 10 en esfuerzo, pero su falta de investigación del marco teórico le cobró factura, pues un video subido a redes nos muestra que le resultó imposible retirarse la máscara del rostro, lo que dio lugar a chanzas y múltiples esfuerzos por removerla.
El hombre de la máscara de yeso
https://twitter.com/i/status/1544177815502950400
En el video podemos escuchar cómo empieza a culpar a su maestra por el trance en que se encuentra mientras intenta quitarse la máscara de yeso. Además, las personas que están a su alrededor, entre ellos el camarógrafo, le sugieren que le pregunten a la docente el método para retirar el artefacto de la cara del muchacho.
Al igual que el misterioso Eustache Dauger, quien dio pie a la leyenda del hombre de la máscara de hierro, en la que Alexandre Dumas padre se inspiraría para su épica El vizconde de Bragelonne, parece que el contrariado muchacho permanecerá piadosamente anónimo, pues el video termina antes de que remueva el yeso.
La desesperación
Durante el video se puede notar en múltiples ocasiones la obvia desesperación del estudiante, quien no encuentra manera de retirar el objeto de su sufrimiento. En algunos momentos parece esperanzado, pero, al final de cuentas, nunca vemos que logre quitarse la máscara.
En el breve video podemos apreciar que el estudiante intenta reblandecer el material de su careta empleando el agua de un recipiente de plástico, pero aparentemente sin éxito, pues exclama exasperado “Voy a demandar a esa maestra”.
Los esfuerzos infructuosos
Ni la fuerza bruta ni la difusión por capilaridad del agua de la pileta, ni siquiera la aplicación de agua caliente a la interfase entre rostro y máscara permiten que la fuerza adherente del yeso ceda. En un momento dado, el joven cree que está funcionando, para luego empezar a balbucear, frustrado.
Sus acompañantes (parecen ser sus familiares, aunque algunos medios han dicho que son “compañeros”, implicando que son también estudiantes) pasan de divertidos a solidarios y finalmente parecen caer en el aburrimiento o en el hartazgo. El video termina sin mostrar el desenlace, pero, sin duda, esperamos que haya logrado liberarse de su prisión cálcica.
Su difusión y la sabiduría popular
Por supuesto, cuando el caso se hizo público, empezó su viralización debido a lo bizarro y cotorro del caso y, como suele suceder, en redes sociales, nadie es menos que experto en la materia que se presente, por lo que los internautas no tardaron en darle varios consejos que sugerían cursos de acción al muchacho o que bien se compadecían o burlaban de él.
El consejo más recurrente fue el de aplicarse una película de aceite en la cara, o bien, vaselina antes de aplicar el yeso para evitar la adhesión desde el principio. Desafortunadamente, los consejos no le llegaron sino hasta después de haberse lanzado a aguas desconocidas… con el consecuente susto de estar ahogándose en ellas.
Se merece un 10… en entretenimiento
Luego de haber pasado un buen rato dándole vueltas a la situación, los internautas empezaron a preguntarse qué vendría después y qué aprendizajes le habían quedado tanto al chico agraviado como al público.
En general, con buen humor, se sugirió que por el esfuerzo, el estudiante merecía un 10, que también ayudaría a lidiar con el trauma. Además, se le sugirió que para la próxima investigara más antes de pegarse cosas en la cara, mostrando solidaridad y uno que otro meme.