Cuando llega la temporada de exámenes hay estudiantes que brillan por su inteligencia, pero no por sus conocimientos de la clase, sino por sus formas elaboradas para hacer trampa. Quieren “pasarse de listos” y conseguir con engaños lo que no pudieron hacer con estudio.
Los profesores siempre deben ir un paso más adelante que sus alumnos, quienes se quieren “pasar de listos ” usando durante exámenes los clásicos acordeones escritos en la mano, ocultos en los tenis, dentro de las calculadoras o aprovechan la actual tecnología de los celulares con acceso a internet. Hubo un maestro que usó las herramientas digitales del engaño a su favor para descubrir a los tramposos de su clase y su plan fue increíblemente genial.
La forma en que atraparon a los fraudulentos fue compartida por el usuario Mwxh en la plataforma de opinión Reddit. Él cuenta que durante el examen final de una clase de ingeniería casi la mitad de sus compañeros pidieron permiso para ir al baño y el profesor se los dio sin problema. Obviamente todos salían para buscar en internet las respuestas a esta prueba, que al parecer era bastante difícil.
Especialmente uno de los problemas a resolver era muy complicado, se dividía en dos partes y parecía no tener mucho que ver con lo que habían revisado en la clase. La parte A era relativamente fácil, pero la B era un verdadero rompecabezas. Mwxh dice que la dejó sin respuesta, porque en realidad solo valía cinco puntos.
Días después de la prueba, el profesor les envió a todos sus alumnos un correo electrónico en el que les explicó su maquiavélico plan. Todos creían que por tratarse de un hombre mayor de edad no entendía de tecnología, pero se equivocaron.
El astuto maestro había hecho un mes antes del examen una cuenta propia en una aplicación digital llamada Chegg —que ofrece la respuesta de muchas preguntas y problemas escolares—, inventó la pregunta B del examen y escribió una respuesta en la aplicación. La solución parecía correcta pero era falsa.
Entonces cuando sus alumnos presentaron el examen, los tramposos buscaron la pregunta B en la aplicación, encontraron la respuesta falsa y mordieron el anzuelo.
El maestro dijo que 14 de 99 exámenes tenían la solución inventada y quienes la escribieron fueron reprobados, además de ser reportados con los directivos de la escuela por violar el código de honor académico. A quienes no contestaron la pregunta se las pusieron como correcta.
Este brillante docente supo pensar cómo sus alumnos y les demostró que no por tener mucha tecnología a la mano se vuelven más inteligentes.