Un buen diseño se resume en lo útil que este resulta para el usuario. Si el cliente no encuentra sentido y cada movimiento es impedido por la mala decisión de las personas que diseñaron el espacio, entonces estamos en serios problemas.
Todo se resume a lo siguiente: hay personas que estudiaron y se prepararon para ser arquitectos e ingenieros como para que nosotros contratemos al “amigo que lo hace más barato” y después nos topemos con cosas antiestéticas, como las de esta galería, al rededor de nuestro hogar. Sí, claro que resuelven el problema, pero ¿a qué costo?
A continuación recopilamos una serie de ejemplos de personas que tienen que vivir de manera incómoda y, a veces, hasta peligrosa debido a las malas decisiones de quienes diseñaron esos lugares.