Si ya saben cómo se pone… ¿para que le sirven otra cerveza? Daniel Rawls se embriagó y terminó peleando con otro cliente en el estacionamiento de un bar. Pero en lugar de sufrir una cruda moral como todos, la resaca de este hombre fue ganar una demanda millonaria.
Nunca falta el fulanito que no sabe beber y aparte se pone necio, pero este hombre de la ciudad de Andrews, en Texas, llevó la borrachera malacopa a un nivel que nadie hubiera imaginado. No solo se puso como cola de perro y se agarró a golpes con otro borracho, sino que demandó al bar donde estuvo tomando por embriagarlo… y ganó.
La noche del 21 de mayo del 2019, Rawls estuvo empinando el codo en el bar restaurante La Fogata. Cuando ya se había pasado de copas, él y otro cliente llamado Robert Henrickson se pusieron agresivos y salieron del bar hacia el estacionamiento para pelear.
Esta clásica pelea de borrachines terminó con Rawls sufriendo una lesión en la cabeza, pero en lugar de solo aceptar las consecuencias de su excesiva forma de beber, él presentó una demanda civil contra La Fogata por negligencia.
Según la abogada de Rawls, el dueño del bar no había entrenado bien al empleado de la barra y le siguió sirviendo bebidas a pesar de que ya estaba muy borracho. Tampoco impidieron que saliera a pelear con Robert, su estacionamiento era muy peligroso para gente en estado de ebriedad y, además, no llamaron a ninguna ambulancia cuando él acabó lastimado.
Cualquiera diría que esto es absurdo y que nadie con sentido común haría caso de esta demanda, pero al más puro estilo de un episodio de Better Call Saul, el Tribunal de Distrito 109 del Condado de Andrews procedió con el caso.
El dueño de La Fogata no respondió a la demanda ni asistió a una audiencia, por lo que la corte falló a favor de Rawls. Así como lo oyen, el malacopa ganó la demanda y ahora recibirá nada más y nada menos que 5.5 millones de dólares porque afirmar que el daño que sufrió fue responsabilidad y negligencia del bar y tuvo lesiones derivadas de una conducta delictiva previsible.
La corte simplemente le dio la razón a Rawls porque nadie se presentó a explicar el punto de vista del restaurante y a pesar de que él tiene registro de dos arrestos por intoxicación pública, esta vez no solo no fue a prisión, sino que se acaba de hacer millonario.
El bar La Fogata ahora tiene un tiempo límite de 30 días para responder y solicitar una apelación para un nuevo juicio. Si no se ponen listos, podrían tener que patrocinarle a Rawls la millonaria cura de su resaca. Obviamente si Daniel gana en la celebración, habrá mucho mucho alcohol.