No se puede negar que la gente es ingeniosa y siempre está inventando nuevas formas de aprovecharse de sus “amistades”. Variaran en forma y en temas, pero el abuso de la confianza es algo que no deja de ocurrir constantemente, por lo que debemos tener cuidado.
La usuaria Liliana De La Cruz estuvo a punto de aceptar ser “madrina de útiles” escolares de una conocida, pero la comunidad enseguida le comunicó que eso era algo que se habían inventado para no pagar los gastos de su hija. Lejos de disculparse, la fraudulenta se indignó, le pidió que no la fuera a exponer y hasta bloqueó a Liliana. Eso sí, las risas no faltaron.
¿Podrías hacernos el honor?
Liliana, que se dedica a su pequeño comercio de accesorios en Monterrey, Nuevo León, México, estaba teniendo una conversación de lo más común con una conocida suya, quien empezó la plática con los formulismos más comunes: “Hola, amiga”, “¿Cómo has estado?”, “Uy, qué gusto”, pero la comunicación tenía motivos ulteriores.
Ya pasadas las formalidades, la conocida de Liliana soltó la bomba: quería que fuera madrina de su hijita que salió del jardín de niños, pero no una madrina convencional, sino una elegante “madrina de útiles”.
Es la pura novedad
Al principio, Liliana está divertida, pensando que podría ser una broma. Ya sabe que su conocida tiene tres hijos, pero jamás había escuchado sobre la bizarra costumbre; ya más en serio, pide confirmación de que no se trata de un chiste.
La conocida le asegura a su víctima que no solo existe, sino que está de moda ser “madrina de útiles” y ella le estaba haciendo el favor a Liliana de considerarla para el importante papel. Ya dubitativa, la potencial madrina pidió oportunidad de consultarlo con su marido, pero su amiga la apuró, “no vaya siendo que consiga a alguien más”. Seguro hasta hacen fila para ser padrinos de sus hijos.
Sincera preocupación
Liliana explicaría más tarde que ella y su esposo son personas accesibles, que les gusta ayudar y que no se niegan a apadrinar a los niños cuando se los piden. Sin embargo, aquí había gato encerrado y decidió pedir consejo por redes sociales para verificar la veracidad del título que le ofrecían.
Cuando empezaron a responder sus indagatorias, un peso se le quitó de encima, porque se dio cuenta de que eso de ser “madrina de útiles” era una sarta de mentiras y un mero modo de conseguir que alguien más pagara los platos rotos.
Indignación
Cuando la pediche se enteró de que Liliana estaba indagando sobre la veracidad de su oferta, ni lerda ni perezosa le reclamó inmediatamente y le recriminó su falta de confianza. Liliana aclaró que la situación le parecía rara y que creía que solo se quería aprovechar, lo que le pareció injusto.
Ya completamente descubierta y viendo que de ahí no iba a sacar provecho, su “amiga” se despidió exigiendo que no la exhibiera en redes, tras lo que, aparentemente, la bloqueó.
Risas a montón
Al final del día, muy poco daño se hizo (quizá un poco al amor propio de la pedigüeña), pero sí hubo bastantes risas y buenos ratos de la gente que se cotorreó con la situación. Afortunadamente, todas las chanzas y bromas fueron con espíritu constructivo.
Hola. Nunca imaginé que mi pregunta sobre si existían los ‘padrinos de útiles’ trascendería más allá de mi círculo de amistades. Es un gusto conocer a toda esta gente que dice que mi anécdota les causó mucha risa.
– Liliana por medio de Facebook
No han faltado otros casos
Por desgracia, el caso de Liliana no es único, pues parece que ya se van multiplicando los listillos que buscan aprovecharse de los demás para pagar los gastos que son su propia responsabilidad.
No ha faltado más gente que pregunte en redes sociales sobre la veracidad de ese dudoso honor de ser “madrina de útiles” de algún querubín o princesa, pero afortunadamente no han faltado los buenos consejos, y el consenso general es: manda a volar a esos aprovechados.