Hasta para ser malo hay que ser bueno, y para ser ladrón se necesitan astucia, maña, reflejos, fuerza y planes bien elaborados, cosas que no tuvieron estos torpes rateros.
La delincuencia está peor cada día y no nos referimos a que haya más crímenes, sino a que los ladrones de verdad están empeorando. Para muestra, abriremos el archivo policial de los criminales más tontos para mostrarles el caso de estos tres tristes tipos cuyo atraco falló épicamente.
Las cámaras de seguridad dentro y fuera de un negocio en Brasil captaron a estos sujetos confiados en sus escasas habilidades criminales tratando —esta es la palabra clave— de robarse una pantalla grande que colgaba de una pared. Esto fue lo que sucedió en este chusco intento de robo.
El primer ladrón estacionó su carro frente al negocio, se bajó y comenzó a golpear uno de los vidrios del lugar hasta que lo rompió. Se metió rápido y quiso zafar la pantalla de la pared, pero estaba bien atornillada y no pudo quitarla.
Entonces hizo su aparición el segundo ladrón, veloz e intrépido, que se estampó contra uno de los vidrios del negocio y terminó rebotando hasta el suelo. Un pequeño tropiezo (de muchos) en este atraco.
El tercer protagonista de este robo llegó al lugar para abrir la cajuela y meter la pantalla en el carro. Mientras tanto, el primer ratero seguía sin poder quitar el aparato de la pared.
Uno de sus compinches se metió al lugar para ayudar, pero resbaló con los cristales y terminó en el suelo. Luego se levantó y con su fuerza logró zafar la pantalla. Pero justo cuando tenían en las manos su botín, al parecer sonó una alarma y estos tipos tuvieron que salir corriendo, no sin antes resbalarse —¿en serio, otra vez?— y terminar embarrados en el piso.
El primer ladrón se levantó, subió al coche y se fue del lugar. De la escena del crimen solamente se llevaron las manos raspadas, las rodillas lastimadas y lo que dejaron fue su orgullo de ladrones en el suelo.
Todo su fallido intento de robo fue captado en un video publicado en internet que los convirtió en el hazmerreír. Se les olvidó que siempre hay una cámara vigilando cuando se cometen las peores torpezas. Aquí les dejamos el fragmento del circuito de seguridad que filmó su robo fracasado.