Los hombres necesitamos instrucciones claras y precisas de lo que nuestras novias o esposas quieren, porque si dejan un pequeño margen de interpretación nuestra imaginación se echa a volar, tal como le pasó a Adrian Shaw. Resulta que a este esposo y padre de familia de Lillington, en Inglaterra, su mujer Deborah le hizo el comentario de que necesitaban algo para hacer que el jardín se viera mejor. Tal vez ella se refería a un estanque koi o quizá algunas luces, pero lo que Adrian pensó es que nada le daría más estilo a su jardín que la réplica de un dinosaurio de 3.5 metros de largo.
Según este hombre su esposa es una gran admiradora de la saga Jurassic Park, así que pensó que poner un enorme modelo de Tiranosaurio rex sería algo que a Deborah le encantaría, así que compró este dinosaurio y contrató un servicio de grúa para instalarlo en el jardín trasero de su casa. Pero la sorpresa no le salió como esperaba, pues Deborah estaba en el gimnasio y volvió a su hogar muy tarde. Ya era de noche y no se dio cuenta de que había una bestia prehistórica esperándola.
Fue hasta el día siguiente cuando ella se despertó a las cuatro de la madrugada para sacar al perro de la familia; entonces se topó cara a cara con este tiranosaurio, y no fue precisamente un bello encuentro. Deborah no estaba nada contenta con su nuevo dinosaurio, a quien Adrian llamó “Dave”, pero como sus hijos sí quedaron fascinados ahora no puede deshacerse de él tan fácilmente.
Cuando digan que ya no hay hombres románticos solamente queremos poner sobre la mesa el caso de este esposo alfa, quien no le bajó la luna a su amada sino que le obsequió un dinosaurio. Estos son los detalles que importan.