Hay épocas en las que algunos nombres están de moda y todos los papás quieren que sus retoños se llamen Brayan, Kevin, Alexis, u otro parecido.
Según oficinas de registro civil en México, en los últimos años los nombres que se han vuelto más populares son: Ian, Mateo, Santiago, Iker y Dylan. Cada quien tiene el derecho de llamar a su retoño como guste, sin embargo, el problema es para las maestras de kinder.
Los niños ya volvieron a la escuela (por fin), pero las maestras están teniendo muchas dificultades para organizar a sus alumnos. ¿Cuál es el problema? Pues que si la educadora dice en voz alta “Iker” o “Santiago”, o los dos juntos, más de una docena de niños voltean.
No es una exageración, y para muestra tenemos el caso del kinder Calmecac de Aguascalientes, México. En este plantel escolar registraron en total a 38 niños que llevan el nombre de Iker o Santiago, o incluso los dos en diferente orden.
Las maestras del kinder están sufriendo la originalidad de los padres a la hora de nombrar a sus criaturas, pues hay mucha confusión para distinguir a los Ikers y Santiagos. Tal vez se trate de una casualidad, pero lo curioso es que la mayoría de esos niños además viven por los mismos rumbos.
La directora del Calmecac dice que están pensando en dirigirse a los niños usando sus apellidos, o ya de plano ponerles un gafete con número para distinguir a Iker 19 y a Santiago 32 de sus compañeros homónimos.
Las autoridades mexicanas están haciendo un llamado a los nuevos padres de familia, para que no se dejen llevar tanto por los nombres de moda y las tendencias en redes sociales a la hora de registrar a sus pequeños con nombres que después solo causan confusión.