El permanecer largo tiempo acostado en tu cama, o recostado en un sillón, te puede dar tiempo para pensar, planear y crear, no es solo dejarse llevar por la haraganería.
Resultado de estos momentos de reflexión, puedes llegar a inventar algún instrumento que te garantice un poco más de comodidad para seguir en tus profundos pensamientos. Mira estos ejemplos y pon manos a la obra, claro, tendrás que levantarte unos instantes, pero verás que vale la pena.