Llamamos influencers a los que quieren convencernos de algo, usualmente a través de las redes sociales. Lo interesante es que no es tan importante de qué te quieren convencer, pues sus mensajes suelen ser intercambiables, dependiendo de sus patrocinadores o de su agenda, sino su esencia, es decir, el modo en que transmiten el mensaje: son todo “contenedor”, nada contenido.
Muy seguido la falta de convicciones provoca que estos hombres y mujeres carezcan de perspectiva y de sentido común, llegando a perder contacto con la realidad, pues no se dan cuenta de que sus acciones tienen significado más allá de su espectacularidad. Por ello, en muchas ocasiones, han hecho el ridículo tratando de ser vanguardistas o impactantes. En los siguientes 13 casos, influencers se vieron vituperados o despreciados por “estar vacíos”, ser ridículos, inconsecuentes, cretinos, deshonestos o simplemente nihilistas.
1. Sarah McDaniel: soy especial
Sara McDaniel es una modelo estadounidense que empezó a tener notoriedad en 2016 como chica de la portada de una “Playboy reformada” (sin desnudos, para empezar). Hay que aclarar que McDaniel es realmente bella, pero para destacar en el mundo de los influencers, necesitas algo más que belleza (u honestidad, si a esas vamos), por lo que la chica se promociona como una modelo con heterocromía, es decir, que tiene iris de distintos colores. Para agregarle sentimiento, llegó a testimoniar que le hacían bullying en la escuela por su condición.
Sin embargo, en 2017 fue expuesta en Instagram como “una mentirosa que se trató los ojos para aparentar heterocromía”. Su padre compartió fotos de la infancia de Sarah, con ambos ojos castaños, y algunas fotos de cómo evolucionó su “mutación”. La mala publicidad dio lugar a cientos de comentarios decepcionados por el engaño, que no pudieron ser aplacados por su declaración, en la que afirmaba que sí tenía esa condición, y a una respuesta contrariada del director de Playboy, que había supervisado la sesión de fotografías, quien dijo estar arrepentido de haber empleado a una modelo deshonesta.
2. Recen por Malibú
Queremos agradecerles a todos los valientes ‘influencers’ que han donado trampas de clics, sin relación alguna con la tragedia, a las víctimas de los incendios de California…
– comentario en Twitter acerca del aluvión de fotografías de influencers promocionándose con #prayformalibu
Múltiples influencers emplearon el hashtag #prayformalibu (recen por Malibú) para atraer los clics de la gente que estaba preocupada por el incendio forestal en California en 2018, que terminó con un saldo de 295 mil personas evacuadas y alrededor de un centenar de muertos. ¿Cuál fue el problema? Que los influencers solo querían clics, sus posts prácticamente no tenían relación con el incendio o con cómo ayudar. En general, eran solo selfies o fotos suyas. Sobra decir que a nadie le gustó esa explotación descarada de la terrible situación.
3. Fanática VIP: no tan importante
PLS TELL ME THIS IS A JOKE pic.twitter.com/uFg7ChXJpF
— amina ♡ (@fadedyIan) October 7, 2019
Con casi 11 millones de seguidores en YouTube, el grupo de los Dobre Brothers son personalidades conocidas por sus “bromas fraternales”, su marometas y su música. Sin embargo, en cuanto al trato con sus fans, al parecer, dejan mucho que desear.
En un video, que parece que fue compartido originalmente por TikTok, la agrupación recibe, sin ningún entusiasmo, a una joven fan que parece llegar muy animada, pero luego del trato frío que sus ídolos le dan (pareciera que ni la quieren ver), la chica se retira con evidente congoja. La pequeña parece tan afectada que incluso les dice “lo siento” a los ingratos mientras se aleja. Desde que se publicó el lamentable hecho en la comunidad del ave azul, los usuarios de Twitter no han dejado de recordarles a los anodinos youtuberos que si tienen algún éxito, es debido a sus seguidores y, por lo menos, deberían mostrarles algo de respeto y aprecio.
4. Positravelty: Mi vida por un like
Kelly y Kody comparten sus momentos románticos por su cuenta común de Instagram: positravelty. La mayoría de sus fotografías son “tomas cándidas” (o que pretenden serlo) de la pareja, en las cuales se están besando, sosteniéndose mutuamente o haciendo alguna acrobacia en lugares exóticos. En general, autopromoción inofensiva.
Pero una foto en la que Kody sostiene a Kelly sobre el abismo, con el riesgo de que la modelo se despeñase, levantó la alarma entre sus seguidores, pues la situación era claramente mortífera. Les llovieron comentarios de sus seguidores, conminándolos a exhibir su relación involucrando menores riesgos a su integridad física.
5. Jessy Taylor: soy nada
Así que… chicos, si nadie me sigue, soy nada. Literalmente, trate de ser una j***da mejor persona, sé que a la mayoría, al 90 por ciento de la gente que trabaja nueve horas diarias, cinco días a la semana, les gusta verme golpeada y derrotada, pero yo no soy como ustedes, vivo en Los Ángeles para no tener que vivir así. Tengo deudas por 20 mil dólares. Antes era una j***da perdedora, trabajando en McDonalds… bueno, no es que haya algo de malo con trabajar en McDonalds…
– Patético video de Jessy Taylor en Youtube, magistralmente titulado ‘Dejen de reportar mi cuenta de Instagram’
La influencer Jessy Taylor se ganó el desprecio de las comunidades en línea a pulso no solo por su postura racista (nada sofisticada, hizo comentarios políticamente incorrectos para acto seguido decir literalmente “soy racista”), sino por su falta de consideración hacia los demás, en particular a la “clase trabajadora”, a la cual no quiere volver a pertenecer jamás. En uno de los videos, que iba dirigido a la clase trabajadora, que es la que, al final del día, paga sus cuentas, entre lágrimas y discursos despectivos contra todo el mundo, suplica que la dejen seguir viviendo de su canal de Instagram.
6. Cristina Szeifert
Una verdadera artista no usaría esa paleta. Además, las pinturas de su paleta nunca cambian (…) y la sostiene al revés del modo en que debería hacerlo.
¿Quién viste así de bien mientras pinta? Es más, ni sus manos ni su brocha tienen pintura encima, (pero eso sí,) a pesar de que pintar es pasatiempo falso para ti, siempre te ves fabulosa.
– comentarios de la comunidad de Instagram sobre el contenido de la cuenta cristinaszeifert
Para no ser una más del montón, la influencer rumana Cristina Szeifert se promociona a sí misma como una modelo, “psicóloga, artista y coach de vida”, posando muy seguido junto a alguna “obra suya”. Sin embargo, la gente en las redes no es nada si no es escéptica: se le han hecho múltiples observaciones de discrepancias entre “la realidad de un artista” y el modo en que presenta su trabajo por Instagram (siempre está limpia y elegante, su paleta de colores permanece inmutable a través de los meses, etc.), pero ella simplemente ha respondido “casi todas esas pinturas las he hecho yo, solo que me arreglo para la foto, mi imagen es muy importante”.
7. Su propia gravedad
A este pobre lo cotorrearon porque, aunque su Photoshop lo hacía verse “poderoso”, también daba la impresión de que tenía su propio campo gravitacional que provocaba que se curvara el vidrio. “Cuánto poder”…
8. Desayuno instantáneo
¿Para qué cocinar si puedes googlear tu desayuno? Esta mujer así lo hizo y le quedó muy arregladita su mesa. Lástima que el timo fue descubierto por despiertos usuarios que enseguida detectaron las inconsistencias entre los elementos de la foto, señalando que es una completa falsificación al más puro estilo de “cortar y pegar”.
9. Niki y Gabi: ignorantes
Este dueto de youtubers tiene casi nueve millones y medio de suscriptores, pero no las apoyan incondicionalmente. Por ejemplo, en respuesta a su video Desafío de ir al colegio vestidas como celebridades, en el que invitaron a su hermana mayor Alex y a su amigo Dennis para ir como Ariana Grande, Camila Cabello, Taylor Swift y Normani, respectivamente, despertaron un aluvión de críticas de propios y extraños.
¿El problema? Personificar a Normani con un hombre le resultó un estereotipo insultante a la gran mayoría de sus espectadores, pues (aseguran) en ocasiones se dice que las mujeres afroamericanas tienen “rasgos masculinos”. Al principio, Gabi defendió su decisión diciendo que no fue algo “muy profundo” o meditado, pero luego de un rato, Niki tuiteó que habían sido ignorantes:
Luego de dejar que esto se calmara, me doy cuenta de lo que ocurrió. La gente tiene derecho a una opinión y a sentirse enojada/lastimada. Me siento ignorante y lo lamento.
10. Fotos en Chernóbil
El lanzamiento de la película Chernóbil en Netflix volvió a encender el interés del público por la catástrofe acaecida hace ya más de treinta y cinco años. Eso no es raro, es de lo más natural, de hecho, pero la cosa es que no resulta grato que la gente trate de explotar tragedias o episodios dolorosos de la historia para apropiarse de algunos “Me gusta” extras.
Así, la tendencia a etiquetarse en el pueblo fantasma o pretender que se había ido de visita para tomarse la selfie, no fue bien vista por ninguna comunidad en línea, que empezó a tachar de insensibles a quienes cayeron en la tentación de explotar a Chernóbil.
11. Johanna Olsson visitando París vía Photoshop
Viajar a un lugar precioso e histórico como París siempre es bien visto por tus seguidores. Sin embargo, si la visita la realizaste por medio de la edición de imágenes, en lugar de admiración y envidia, obtendrás burlas y lástima de parte de la red.
Este fue el caso de Johanna Olsson en Instagram. Si bien a nadie engaña con sus fotografías editadas (donde aparece pegada directamente sobre el fondo parisino), por lo menos se gana un 10 por el esfuerzo, pues su Photoshop es bastante profesional, completamente falso pero sí le hizo su lucha.
12. Respeta el camino
A pesar de que es tentador tomarse una foto en medio de un campo de flores, se ha llamado la atención sobre el daño que esa actividad causa en el paisaje de los parques y espacios naturales en general.
Se ha reportado el modo en que los influencers ignoran las reglas de cuidado de los parajes, ya sea por falta de preparación o a propósito: deterioran el lugar solamente para tomarse la fotografía y, peor aún, aquellos que los admiran buscan imitar su ejemplo y repiten esa práctica destructiva.
13. Coeyyy, maestra de la edición
La influencer china puede haber cambiado casi por completo sus retratos, empleando programas de edición de imágenes (Facetune2 y Meitu XiuXiu, entre otras), pero la verdad es que no se le puede negar que es una verdadera artista al momento de “retocar” sus fotografías.
Desde que se descubrió su práctica, admitió no encontrarse de buen humor, pero también aclaró que no merecía el tipo de trato que estaba recibiendo en redes: abuso verbal y discriminación por su complexión, entre otras descortesías. Aprovechando la atención, y con un séquito de seguidores tan mermado en Xiaohongshu (el “Instagram chino”), que alcanza apenas el medio millar de adeptos, en última instancia ha decidido ofrecer consejos y tutoriales para usar las aplicaciones de edición, lo que, debido a su portafolio tan sorprendente, suena realmente como una buena oferta.