En algunos negocios de comida o cafeterías es común que pongan tu nombre en tu pedido, como en Starbucks. Sin embargo, a veces, los empleados del lugar no escuchan bien o se confunden y no lo escriben bien o ponen alguna grosería en su lugar.
Aunque no dudamos que muchas veces los empleados tienen ganas de hacerlo con toda la intención, debido a los malos tratos de algunos clientes, sabemos que puede tratarse de una terrible equivocación que termina en risas y mucha vergüenza como el caso que te presentamos a continuación.
Un hombre identificado como Robert Wilson Barnes y su esposa llegaron a un local de Jimmy John’s, en Carolina del Sur, para comer unos de sus famosos sándwiches, pero luego de recibir su pedido en el auto, la mujer tomó su comida y se sorprendió al ver escrita la palabra b*itch (un insulto en inglés que puede ser traducido como p*rra), lo que obviamente la molestó y también a su esposo.
¡Mi esposa sacó su sándwich de la bolsa y vemos ESTO! ¿Es en serio? ¡Oh, hoy no, hoy no!
-Robert Wilson Barnes en Facebook
Robert regresó al local y exigió hablar con el gerente, a quien le mostró el sándwich y le pidió una explicación de por qué alguno de sus empleados decidió insultar de esa manera a esa esposa. El gerente no comprendía lo que estaba pasando ni entendía el coraje de este hombre por lo que estaba escrito en el papel que envolvía el sándwich.
Pues bien, resulta que una de las especialidades en Jimmy John’s es el sándwich de tocino, lechuga y tomate, al que le puedes agregar queso, y si esto lo llevamos al idioma original en el que atienden en este local, que es el inglés, es un sándwich de bacon, lettuce and tomato with cheese, es decir, “Bltch”, por las primeras letras de cada ingrediente y que los empleados utilizan para identificar el contenido de cada sándwich…
Al momento de escribir, el empleado uso una letra “l” minúscula, por lo que la pareja la leyó como una “i”, por lo que en lugar de BLTCH, parecía que decía B*tch, dando así la impresión de que que estaban insultando a la mujer y, claro, dejando en vergüenza al enojado esposo cuando fue a reclamar al gerente, quien seguro terminó muerto de risa.
El propio Robert comentó que cuando le hicieron ver su error, solamente exclamó: “Oh” y salió del lugar. Afortunadamente todo terminó entre risas. Además, este hombre tuvo el valor de contarlo todo a través de su cuenta en Facebook, donde se hizo viral y, por supuesto, siguieron llegando las burlas por esta historia.