Un hombre que vive cerca de las colinas se encontró cara a cara con un oso que forcejeaba con su perrita a las afueras de la casa. Sin embargo, su reacción no fue la de huir ni pedir ayuda a los oficiales encargados de la vida silvestre. En lugar de eso, se acercó sin tambalear y le dio un tremendo puñetazo en la cara.
Se llama Carl Moore, y es un tipo que no se asusta con facilidad.
“El hombre o la bestia de la que huyo no ha nacido, y su mamá ya está muerta”, dijo.
Tiene 73 años de edad, además de una actitud positiva y nervios de acero. Por lo tanto, ahora se ha convertido en un luchador contra osos.
“Yo no huyo de nada; nunca lo he hecho en toda mi vida y no voy a empezar ahora. Y nadie va a sacrificar a mis bebés por un maldito oso”.
Lacy, el perro que ama como a una hija, comenzó a lloriquear afuera de la casa. Carl salió corriendo y allí estaba: un oso del que nadie tenía idea de dónde había salido ni por qué había llegado a visitarlo.
“Levanté las dos manos en el aire y comencé a gritarle. ¿¡Sal de aquí, bastardo!’, y me miró como pensando ‘púdrete’.
Carl descargó un fuerte gancho, golpeando con fuerza al oso justo en la cara, lo cual pudo provocar una muy posible tragedia.
“El se comenzó a levantar y a dar vuelta hacia mí, pero lo golpeé con fuerza”.
Esta historia podrá parecer algo difícil de creer, pero John Sargent, que lo conoce desde hace 25 años, aseguró:
“Carl simplemente lo golpeó, no lo pude creer”
Según él, el oso era un poco más pequeño que Carl, pero aun así sigue siendo un imponente contrincante. Después de los antecedentes que se muestran, no sería ninguna sorpresa que él realmente haya golpeado a un oso.
El oso desapareció y es muy probable que no tenga prisa por tener otra pelea con él. Pero si vuelve, Carl estará listo con su mano derecha.