A nadie le gusta hacer filas, pues esperar por un largo tiempo para comprar boletos del cine, entrar a una tienda o simplemente para comprar las tortillas es un verdadero fastidio. Pero Freddie Beckitt no piensa igual, pues él ha convertido hacer filas en su trabajo y es tan bien redituado que le ha permitido ganar hasta 160 libras esterlinas en un día, algo así como 218 dólares.
El joven de 31 años, que también se dedica a la escritura de ficción histórica, vive en Fulham, Londres, Inglaterra, y ha convertido hacer fila en un arte. Él trabaja guardado el lugar para personas que estén dispuestos a pagarle, entre ellos están personas ricas que no temen sacar la billetera y no quieren (o no tienen el tiempo) estar esperando, así como ancianos que no pueden estar mucho tiempo en las largas colas.
Beckitt le contó a The Sun que en una ocasión tuvo que hacer fila de tres horas para que unas personas de la tercera edad muy bien acomodadas pudieran entrar a una exposición de Christian Dior en el museo V&A. Sin embargo, el tiempo que invirtió fue bien recompensado.
La cola real fue de solo tres horas, pero me pidieron que también recogiera sus boletos y esperara a que llegaran, así que solo estuve horas examinando el museo V&A y me pagaron 20 libras esterlinas por hora. ¡Fue genial!
El chico anunció sus servicios en una plataforma llamada Taskrabbit, donde solo enumeró los trabajos ocasionales que puede hacer y las personas lo contactan. Entre otras cosas, Beckitt también pasea perros, ayuda con la mudanza, realiza mandados y hace jardinería. Esto le ayuda a solventar una parte de su vida.
Desafortunadamente, no creo que pueda cobrar más de 20 libras esterlinas por hora y no requiere ninguna habilidad o incluso trabajo duro. Pero me da mucha flexibilidad para ganarlo y ajustarlo a mi horario de escritura.
A pesar de parecer un trabajo de ensueño en el que gana una buena cantidad de dinero solo por estar esperando, señala que es un trabajo que no puede hacer de tiempo completo, ya que las colas no suelen durar más de unas pocas horas. A pesar de ello, tanto sus amigos como familia lo encuentran divertido y, dice Freddie, que no se sorprendieron nada al saberlo.