Vergüenza es hacer trampa en un examen y que te cachen. Muchos han pasado por un examen verdaderamente difícil que parece imposible de pasar, ya sea porque no se tienen los conocimientos o porque los nervios son traicioneros a la hora de enfrentar el papel. Si creías que hacer un microacordeón era la mejor forma de engañar al profe, estás equivocado. Los indios han llevado el arte de hacer trampa en los exámenes a otro nivel.
Los lugares en las instituciones indias son tan competidos que muchos alumnos optan por encontrar la mejor manera de copiar en los exámenes, llegando a extremos que no te imaginarías, como un alumno que, antes de su examen final de medicina, se implantó un dispositivo Bluetooth conectado a un celular en su bolsillo. Sin embargo, los vigilantes descubrieron su tramposo plan.
El estudiante ya había cursado su carrera de Medicina en el Mahatma Gandhi Memorial Medical College, en Indore. Pero llevaba 11 años tratando de graduarse y no lograba pasar su examen final, por lo que prefirió hacer trampa. Sin embargo, fue descubierto con un teléfono escondido en el bolsillo interno de su pantalón.
El teléfono estaba conectado por Bluetooth a otro dispositivo que los funcionarios buscaron sin ningún resultado positivo. Después de una extensa sesión de preguntas, el estudiante admitió que había pagado a un otorrinolaringólogo para que le implantara quirúrgicamente el dispositivo inalámbrico color piel detrás de su oreja.
Sin embargo, no fue él único, otro estudiante de la Facultad de Medicina fue descubierto con un pequeño teléfono conectado inalámbricamente a un dispositivo, pero esto no estaba implantado quirúrgicamente y fue removido de forma rápida con un alfiler. De acuerdo al Hindustan Times, ambos alumnos son investigados y el Comité de Examen Interno decidirá si se debe presentar un caso policial.
La deshonestidad académica ha ido a límites impensables en India, en septiembre, diez personas fueron arrestadas al ser descubiertas haciendo trampa en el examen masivo para maestro en formación. La técnica que usaron fueron unas chancletas, pero no apuntaron las respuestas a lo Andy con Woody, sino que las chanclas podían recibir llamadas y enviarlas inalámbricamente a un dispositivo en sus oídos. Se dice que las chancletas modificadas llegaron a costar 600 000 rupias, alrededor de 8100 dólares.
Esto ha llevado a que India tome duras medidas contra las personas que hacen trampa. Primero, bloqueó el internet para más de 25 millones de personas para evitar que los maestros en formación engañaran al sistema en su Prueba de Elegibilidad de Maestros. Además, han prohibido los dispositivos electrónicos en las salas de examen, les han hecho cambiar su mascarilla por una proporcionada por el estado y hasta les han pedido que se quiten los zapatos.
Pero de esto poco ha servido, porque tanto los estudiantes como sus familiares han encontrado las formas más invasivas de “apoyar” con las respuestas. En marzo de 2015, fotografías de una escuela en el estado de Bihar recorrieron el mundo, pues en ellas se muestra cómo personas escalaron los muros de la institución para soplar las respuestas a sus familiares, una hazaña tanto increíble como peligrosa.
Los estudiantes realmente se juegan mucho en sus exámenes, pues es su oportunidad para continuar con sus estudios y acceder a un trabajo dentro del estado con grandes beneficios. La presión y las oportunidades educativas impulsan a los alumnos a cometer deshonestidad académica, lo que tiene a los maestros y las autoridades hartas.
El control ha llegado al extremo de que, en 2019, en una escuela en Haveri, Karnataka, se le pidió a los estudiantes usar cajas en la cabeza. Los cubos de cartón estaban recortados por una cara para que los alumnos solo pudieran ver sus formularios. Y uno que se quejaba porque no lo dejaban sacar una hoja extra para hacer apuntes.