Todos conocemos ese sentimiento: estas en una noche de fiesta y has tomado más de la cuenta; así que el único plan razonable es mandar un mensaje a algún desafortunado contacto en tu celular.
A la mañana siguiente te das cuenta de lo que hiciste y sientes remordimiento. Te quedas mirando tu teléfono, te tallas los ojos para asegurarte de que es cierto y al acumular el valor suficiente para ver que le mandaste un mail al maestro de tu universidad diciéndole ¡que lamentas que sea calvo!
Ése fue el destino que sufrió este varón. Se despertó y encontró este mail en su celular:
“Sr. Martin, sólo quería hacerle saber que es un hijo de p*ta y lamento que sea calvo. Si usted quiere lo puedo emparentar con una muchacha que pueda hacer crecer su cabello para que siga teniendo sexo. También necesito pedirle permiso para entregarle mi ensayo después de la fecha. Estoy borrachísimo y mañana estaré con mucha resaca. Lo amo y nos vemos el lunes”.
– Patrick Davidson
¿Por dónde empezamos? Le dijo al maestro que es un “hijo de p*ta”, se lamentó por su falta de cabello y le prometió a una mujer. Admitió que iba atrasado en su trabajo y terminó diciéndole que lo amaba.
Esto pudo haber terminado muy mal… pero por fortuna, el profesor no ha olvidado lo que se siente ser joven y mandó esta brillante respuesta.
“Patrick, parece que has tenido una gran noche. Te daré permiso de entregar tu trabajo el miércoles a las 11:59 PM. Debe ser mandado a turnitin.com. Por favor revisa mi syllabus para que te informe sobre cómo mandar el reporte. Agradezco tu preocupación por mi cabeza calva. A mi esposa le gusta y no me pagan lo suficiente para ponerme implantes de cabello. Dejando de lado lo anterior… ¿Qué tomaste anoche? La próxima vez que me mandes un mail igual quisiera una botella de lo que sea que tomaste para no tener que recordar lo que dijiste”.
– Sr. Martin
Efectivamente, buen patio.