Los administradores de Vivero Monjaras aprovecharon que las nuevas generaciones le dan prioridad a vivir “experiencias” en lugar de buscar las mejores ofertas y convirtieron el trabajo de piscar fresas en un pasatiempo para los centennial.
¿Cuánto pagarías por un kilo de fresas de excelente calidad? En Latinoamérica, el precio más alto es de seis dólares, pero en este vivero ubicado al norte de San Sebastián de los Reyes, en España, cobran 9.5 dólares por un kilo de su fresa tipo Mara de Bois ¡que tú mismo tienes que recoger!
El dueño del Vivero Monjaras, Hugo Vela, se considera un defensor de la agroecología. Sus productos, como la fresa, han ganado premios y son los proveedores de reconocidos restaurantes españoles. Pero eso no era suficiente y crearon una oferta turística irresistible para la gente que jamás en su vida han estado en un cultivo.
La experiencia de estar “recogiendo fresas en Madrid” se hizo famosa por un video publicado por una chica llamada Irene en la plataforma de TikTok (Claro, ¿dónde más pudo haber sido, verdad?).
Irene narra su divertida experiencia de estar todo el tiempo que quieras bajo el sol, levantando fresas de las hileras de cultivo en el vivero y llevarte todas las que puedas pagar a precio de 9.5 dólares el kilo.
https://twitter.com/Sugusdpinya/status/1412746128089661444?s=20
Aunque la publicación en TikTok apenas tiene 67 800 reproducciones, en Twitter se convirtió en un éxito viral, especialmente porque todo el mundo comenzó a burlarse de un pasatiempo tan caro y absurdo.
Tal vez era la única manera de que sucediera, pero así fue como esta chica centennial descubrió la agricultura. Aunque parezca toda una estafa, este vivero no es el único que está aprovechando la ingenuidad y gusto por las “experiencias” de estas generaciones, pues hay otros negocios en los que la gente paga por trasquilar ovejas u ordeñar vacas.
Así como descubrieron el desayuno, las cantinas, los uniformes y otras tantas cosas que ya existían, esta vez descubrieron el trabajo de pisca y están fascinados. Ahora lo único que nos estamos preguntando es cómo transformar lavar los trastes de la casa en una “experiencia” para que ellos lo hagan y hasta nos paguen por ello.