Los encuentros deportivos dentro de estadios tienen otro nivel de apreciación, no solo porque te encuentras entre los gritos de los aficionados que se reúnen para ver a su equipo favorito jugar y cantarles las tradicionales porras, sino por lo que se puede ver en las pantallas.
Sin embargo, la imagen del juego no siempre está acompañada con los logos de los patrocinadores, sino de algunas actividades que involucran a todos los fanáticos. El más clásico ejemplo es la famosísima Kiss Cam, que le da otro nivel de experiencia a los asistentes al partido.
Para los St. Louis Blues, un equipo profesional de hockey, los partidos y las cámaras llegan a otro nivel. Aquí no se trata de a cuántas parejas puede reunir la cámara, sino de descubrir a qué personaje se parecen las personas que van a ver el juego.
Esto es algo que entusiasma a muchos y los hace querer regresar para ver las nuevas ocurrencias de los productores. A continuación te mostraremos algunas de estas divertidas comparaciones.