Recorrer los pasillos de una tienda junto a tu novia o esposa es, verdaderamente, un martirio. Más si son los pasillos de una tienda con miles de cosas alrededor, como IKEA.
Si llegas a visitar una tienda masiva, como esta, la experiencia puede ser un tanto abrumadora, por esa razón, este caballero nos explica a la perfección, a través de este diario fotográfico, su reciente visita a este lugar de tortura escandinavo.
Lo tituló “mi esposa y yo visitando IKEA, de anuevo, y yo intento descubrir la razón”. Acompañémoslo a ver su triste historia…
1. La llegada…
“Estamos aquí. Nuestro departamento está amueblado. No estoy seguro a qué regresamos”.
2. Pero al menos hay comida…
“Aparecimos aquí, aparentemente, para comer”.
3. Y ocurre una pequeña tragedia, pero el hombre nos da un tip…
“Derramé un poco de mermelada en mis pantalones. Como es tradición. Se mancharon mis pantalones. En mi Facebook, mi tía me dijo que pusiera agua hirviendo en la mancha. Claro que tengo que quitarme el pantalón antes de hacerlo”.
4. IKEA es un lugar muy raro…
“No recibí instrucciones sobre doonde poner mi unidad de comida móvil, así que la dejé aquí. Espero no cause ninguna inconveniencia”.
5. Hay cosas que no necesitas, pero quieres comprarlas…
“Quizá estamos aquí para soluciones de almacenamiento institucional. Mi esposa dice: “Tal vez cuando tengamos ocho hijos”. No tenemos niños. Seguimos”.
6. No creo que vayas hasta ese lugar sólo para comprar una vela…
“Le estamos echando un vistazo a las velas. Tenemos muchas velas. Nuestras velas fueron compradas en IKEA. Estas son un poco diferentes”.
7. La primera pelea, porque al parecer, no hay respuestas correctas para estas preguntas…
“Me preguntó sobre lo que pienso respecto a esta solución de almacenamiento. Dije, ‘No tenemos espacio para eso’. Al parecer fue una respuesta incorrecta”.
8. Los espejos nunca son suficientes en un hogar…
“Al parecer estamos aquí para comprar un espejo. Empiezo a recordar una conversación donde ella expresó esta necesidad”.
9. Tiempo de ver más cosas inservibles…
“Esto no es un espejo. Nuestro propósito aquí sigue siendo un misterio, como los pequeños puntos sobre las vocales en las etiquetas”.
10. IKEA tiene peluches muy extraños…
“Mi esposa está fascinada con estas ratas de peluche. Esto no me alarma o sorprende, lo que me sorprende es que las ratas sean el juguete principal en exhibición. Qué extraña elección de mercadotecnia”.
11. ¿El animal representativo de Suecia?
“Más ratas. Comienzo a pensar que son muy significativas en la cultura Sueca”.
12. Más cosas inservibles que nunca usarás en tu vida…
“Ella comentó lo resistentes que son estas cucharas. Nuestras otras cucharas de medir no me parecen estructuralmente inadecuadas”.
13. Hay pasillos específicos para cada cosa…
“‘Aquí es donde están todas las servilletas’, dijo ella. Debo estar de acuerdo con ello, pues hay evidencia, ella tiene razón”.
14. De vez en cuando, su esposa se aseguraba de que estuviera bien…
“‘¿Listo?, me pregunta. Respondo que sí, pero no estoy seguro a qué se refiere”.
15. ¡Última oportunidad! por algo debe de ser…
“‘Esto se vería muy bonito’, dice mi esposa. Expreso vacilación en colgar una foto de una mujer al azar en mi pared. Ella estaba hablando sobre el marco de la foto”.
16. Ni siquiera son plantas bonitas, ¿por qué querrían esas plantas?…
“Vivimos en un sótano. Temo por la vida de esas plantas”.
17. Ni siquiera sabemos ¿qué son?
“‘¿Qué es esto?’, pregunta mi mujer. La etiqueta no tiene respuestas”.
18. Repito, todo es raro en IKEA…
“Mi esposa dice que esto le recuerda a los baobabs. Le recuerdo pacientemente que los baobabs tienen cientos de metros de altura. Temo que se le desprenda una retina si sigue rodando sus ojos hacia arriba”.
19. ¡Oops! te atraparon…
“Me atraparon”.
20. No se fueron con las manos vacías…
“Estamos pagando. Llevamos un cobertor de microondas, una azucarera y un divisor de cajones. No tenemos espejo. “Quiero un helado”, dice mi esposa”.
21. Y todo termina muy bien…
“‘Te amo para siempre, a pesar de que tengo que hacerlo’, dice mi esposa. Yo también la amo”.