Imaginen pasar cuatro años de su vida estudiando arquitectura, diseño o ingeniería civil, solo para darse cuenta de que son pésimos en ello. Sí, suele suceder, pero mientras algunos lo notan a tiempo y deciden no ejercer para no ocasionar accidentes, hay otro grupo de profesionistas sin talento que andan haciendo de las suyas, creando espacios absurdos y peligrosos como los que les presentamos a continuación.