Los recipientes tiene un objetivo específico y, usualmente, su diseño tiene una razón de ser y no está hecho al azar. Ya sea que facilita portarlo, lo hace más atractivo al público o mantiene fresco el producto, un recipiente es un elemento de diseño bien pensado y en el cual se han vertido miles de horas en planeación y desarrollo. O no.
En los siguientes 16 casos, sendos recipientes nos demuestran que a veces a los fabricantes y a las tiendas les da igual si están creando más basura, si el producto es confundido con otro (causando potenciales accidentes) o si, de plano, no es el modo ideal de empaquetar algo. También tenemos ejemplos de reduflación. Hay que ver para creer.