Una mujer acudió a un café que después consideró el más hipster que ha conocido en el mundo. No aguantó a publicar su visita en Facebook y después se hizo viral.
Al acudir a un café hipster, uno ya casi se espera esos meseros con moño, recibir helado batido y hasta hamburguesas servidas en palas. Sin embargo, hay límites que ya están siendo rebasados, y los usuarios lo están haciendo notar.
La escritora australiana, Jamilia Rizvi, quería disfrutar de un café y acudió a un establecimiento hipster, pero nunca se imaginó lo que le esperaba.
“Lo siento Melbourne, pero no. No no… El hipsterismo ha ido demasiado lejos cuando el café viene deconstruido.
Esperé casi 20 minutos para una taza real antes de darme cuenta de que no estaría disponible. Yo quería un café. No es un experimento de ciencia. Yo prefiero beber mis bebidas en vajilla y no en vasos precipitados.
¿La siguiente etapa? Sólo obtuve una tabla de cortar con un montón de granos de café reales y un sombrero boca abajo sobre el mismo. Esto tiene que parar, querida Melbourne. Esto tiene que parar”.
Los comentarios de la gente no se hicieron esperar, y vaya que lo aprovecharon ante estas nuevas “técnicas” de servir un sencillo café.
Alguien le contestó:
“Esto no es nada. Fui a un café y cuando pedí mi café moka de vainilla con soja en 3/4 con un shot quíntuple, me metieron en un coche hacia el aeropuerto donde me mandaron en un vuelo a Etiopía para cosechar mis granos de café, y luego a las tierras altas de Escocia para la soja más pura y luego a Islandia para el agua fresca del glacial.
Después de todo esto llegué al café a esperar mi café, que salió hacia mí del vientre de un caballo semental criado a fondo, con una cuchilla de sacrificio, y yo bebía mi café desde el vientre de la bestia”.
Otro dijo:
“¡Me alegro de que no hayas pedido un vino, ya que probablemente te iban a conducir a un barril de uvas y te pedirían quitarte los zapatos!”.
¿Será un café de este estilo el camino a seguir o deben mantenerse las tazas tradicionales para disfrutar un delicioso café? Lo clásico siempre perdura.