Como diría la canción: “Depende, ¿de qué depende? De según como se mire todo depende”, así que lo que a primera vista es una desventaja podría tener sus beneficios y viceversa, aquello que nos agrada también cuenta con sus incomodidades.
Ser alto o chaparro no es bueno ni malo sino todo lo contrario. Mientras hay gente que se queja de su pequeña o enorme estatura, también es cierto que tienen sus grandes y diminutas ventajas. Estas 15 personas nos muestran el lado amable y nefasto de no tener una estatura promedio.