Nadie se salva de tener una conversación triste, ya sea con tu crush, con quien te manda a la friendzone, aquella persona que te responde después de horas, o incluso tus propios padres te pueden dejar como tonto mirando la pantalla del teléfono, porque no crees lo que te escribieron.
Aquí hay unos ejemplos que te van a borrar la sonrisa que tienes, pues seguramente te vas a identificar con alguno de estos casos.