Bien dicen que lo barato termina por salir más caro, y para reparar los desperfectos y desatinos de estos amigos constructores “que no cobran mucho” hay que volver a pagar.
No solo cualquier arquitecto se daría cuenta de que estas 30 construcciones tienen fallas terribles, sino que basta tener un mínimo de sentido común para notar que quienes diseñaron e hicieron realidad estos edificios, escaleras y “reparaciones”, lo estropearon completamente. Bueno, al menos nos hacen reír con sus equivocaciones.