Si nunca te comiste tu lonche con un juguito en la escuela, déjame decirte que no tuviste infancia. No había nada más delicioso en este mundo que acompañar un rico sándwich sabor jamón, mayonesa y servilleta con un delicioso y dulce néctar de fruta.
Quiero creer que nuestros gustos han madurado desde que estábamos en la primaria y que la mayoría de nosotros cambiamos los jugos por bebidas más orientadas a los adultos.
Sin embargo, una nueva compañía combina lo mejor de ambos mundos al comercializar el whisky empaquetado en bolsas, como si fueran jugos individuales, ¡qué dicha!
Whiskey Me es una creación de Tom Aske y Tristan Stephenson, los fundadores de Black Rock, un bar de whisky ubicado en Londres. Por 10 dólares al mes puedes recibir un paquete de 1.7 onzas de escocés de malta en tu puerta.
El servicio ofrece whiskies de una variedad de destilerías, incluyendo Aberfeldy, Macallan y Royal Lochnagar.
¿Lo mejor? Las bolsas tienen tapas que se enroscan, lo que significa que no tendrás que apuñalarlas violentamente con un popote para poder probar lo que hay dentro.
¿La peor parte? Whiskey Me actualmente solo está disponible en el Reino Unido, pero aquí en La Guía del Varón estamos iniciando una cadena de oración para que pronto se de una expansión internacional y podamos disfrutar de esta ingeniosa idea.