No sé si en todo el mundo, pero al menos es sabido que en la mayoría de los países latinoamericanos existe una costumbre de pedir servicios con, extremadamente, poca antelación.
Enviamos nuestras condolencias y apoyo a todos esos diseñadores que tienen que tratar con clientes nefastos y prepotentes, esos que quieren todo al instante, y eso no es lo peor: quieren sus diseños a muy bajo costo o de plano gratis.
Para aquellos que valoran el trabajo y esfuerzo de un diseñador, les mostramos a uno de ellos que ha vengado a todos sus hermanos caídos en menos de lo que canta un gallo.
Este habilidoso hombre sostuvo una conversación con un molesto “cliente”, y lo puso en su lugar.
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