Sí, cuando eras niño tenías tu tortuga ninja favorita o querías tener tu propio robot gigante como Koji Kabuto o tu armadura de Caballero del Zodiaco como Seiya e incluso tu nube voladora como Gokú. Pero cuando envejeciste y esos sueños de juventud quedaron atrás, apuesto a que los personajes más insospechados empezaron a ganarse tu respeto y aprecio.
A continuación te presentamos los 17 personajes de nuestra niñez que ahora que somos viejos apreciamos más que a los mismísimos protagonistas, pues llevar el pan a la mesa, educar a tus pequeños, proteger a la familia e incluso atravesar crisis existenciales requieren esfuerzos heroicos que no siempre apreciamos como se merecen.
1. El anciano maestro (Los Caballeros del Zodiaco)
Siempre supimos que el viejito pasita era el tipo más rudo de entre todos los mentores de los caballeros atenienses y el caballero de oro más respetado, pero hasta que supimos lo que cuesta criar y alimentar a tres hijos, que además eran adoptivos (y que uno huyera de casa, para posteriormente morir a manos de su hermano), jamás entendimos lo aguantador que era el señor.
2. Maestro Splinter (Las Tortugas Ninja)
Otro sensei, pero Splinter, siendo una rata gigante, inmigrante ilegal e indigente (en la versión animada original), tuvo que criar cuatro hijos en las alcantarillas, oculto de la sociedad y perseguido por un clan de asesinos ninja. Al final lo hizo tan bien que sus hijos lo superaron en todos los aspectos y se volvieron autosuficientes. Nada mal.
3. Severus Snape (Harry Potter)
Este tipo era el odioso profesor a quien nadie quería y en cuya clase nos íbamos “de pinta”, pero al final resulta ser el tipo más desinteresado de todo el profesorado, el único que daría la vida por su alumno sin dudarlo. Además, es un sobreviviente del bullying, superó el lavado de cerebro de cultistas malignos y logró ser un reconocido investigador en su campo.
4. El Grinch (El Grinch)
Sí, quería acabar con la Navidad, pero recordemos que sus motivaciones no eran tan descabelladas: solo quería que lo dejaran en paz para pasar algo de tiempo de calidad con su perro. No me digan que jamás han querido que sus latosos vecinos sean menos escandalosos. ¿Es mucho pedir?
5. Nani (Lilo y Stitch)
Cuidar a su hermanita, pagar las cuentas y tratar de no perder la cordura en el proceso, en medio de crisis causadas por extraterrestres, científicos locos y armas biológicas… Nani no recibe el crédito que merece por todo lo que hace.
6. Hugo Pickles (Aventuras en pañales)
Las Aventuras en pañales seguían siempre a Tommy y a los demás bebés mientras descubrían el mundo a pesar de las dificultades (casi siempre cortesía de su prima Angélica), pero rara vez le poníamos atención a Hugo y a su incansable trabajo en busca de la estabilidad económica al dedicarse a un campo más bien difícil: el del desarrollo de juguetes. Finalmente logró estabilizar su carrera y criar a sus hijos aunque en realidad nunca lo pelamos cuando veíamos la serie.
7. Doctor Venture (Los hermanos Venture)
Este pobre tipo, maldecido con dos hijos que no lo aprecian, con fama inmerecida y viviendo bajo la sombra de su genial y exitoso padre, asediado por letales enemigos y, básicamente, con un complejo de inferioridad que combate a base de cinismo e indiferencia logra salir adelante en prácticamente cada predicamento que se le presenta, aunque sea soslayando el problema y dejando que Brock lo solucione todo a puñetazos.
8. Calamardo (Bob Esponja)
Con una actitud cínica frente a la vida, un vecino que odia, un trabajo repetitivo que simplemente no soporta, un jefe abusivo y, básicamente, varado en el mismo lugar, sin posibilidades de prosperar, Calamardo Tentáculos en realidad es increíblemente optimista dada su situación.
9. Charlie Brown (El show de Charlie Brown y Snoopy)
El eterno perdedor, a quien ni su perro respeta (bueno, lo quiere, pero no lo respeta). Un fracaso en el deporte y el hazmerreír del barrio, quien nunca se pudo quedar con la chica de sus sueños, Charlie Brown no es ni en sus más locos sueños el protagonista que todo niño querría ser, pero los adultos comprendemos sus frustraciones.
10. Jon Bonachón (Garfield y sus amigos)
Hablando de hombres solteros a quienes sus mascotas no respetan: el más famoso “bonachón”, que termina siendo víctima hasta, o más bien, sobre todo de su propio gato (en algunas ocasiones Garfield tiene que evitar que “alguien más” se aproveche de él), Jon es un tipo de buen corazón pero no muy brillante ni exitoso y con quien no podemos dejar de empatizar tras los abusos de su golosa mascota.
11. El abuelo Simpson (Los Simpson)
Conforme envejecemos, nos damos cuenta de la verdad de las palabras de sabiduría de Abe Simpson: “Yo sí estaba en onda, pero entonces cambiaron la onda y la onda que es la onda ya no es mi onda y eso es muy mala onda”.
12. Síndrome (Los increíbles)
Traicionado por su ídolo de juventud, abandonando sus sueños de superheroísmo, Buddy Pine da la espalda a sus ilusiones y se convierte en un desalmado empresario e inventor que logra desarrollar la tecnología necesaria para moldear al mundo de forma que su antiguo héroe se quedara sin nada mientras el capitalizaba la gloria, todo con su propio esfuerzo. Un Lex Luthor contemporáneo.
13. Ígor (Winnie-the-Pooh)
El pesimista residente del Bosque de los 100 acres nos sorprende porque cada vez que la vida nos da un bofetón, sonamos más y más como él. A pesar de todo y aunque no se trate del personaje más movido de las aventuras de Winnie-the-Pooh, Ígor siempre está activo (aunque sea solo reflexionando) y nunca se rinde.
14. El pato Lucas (Looney Tunes)
A diferencia de su contraparte ganadora, Bugs Bunny, Lucas se metía en problemas, estaba tras algún plan para hacer dinero rápido o simplemente no le salía nada bien y por ello siempre ha tenido una vida más parecida a la nuestra que la de cualquiera de los otros Looney Tunes, exceptuando quizá a su ocasional patiño, Porky.
15. Skeletor (Masters of the Universe)
Skeletor era el malo más genial de todos, por supuesto, pero su carácter egoísta fue, en gran medida, fomentado por el trato injusto al que fue sometido o al menos desde su perspectiva. Al ser el legítimo heredero al trono de Eternia, su padre eligió a su hermano Randor por la sangre que corría por las venas de Keldor (el nombre real de Skeletor). Traicionado por su propia familia, crea su propio imperio y lucha para recuperar lo que es, a su entender, su derecho de nacimiento.
16. El Perro (Juego de tronos)
A pesar de su actitud ruin y aparentemente amoral, Sandor Clegane, el tipo malo y rudo por excelencia, resulta ser uno de los tipos más leales en la serie, aunque dicha lealtad solamente sea a sus propios principios y no necesariamente a ideales mayores. Los aspectos humanos del personaje lo vuelven uno de los más interesantes y con el que es más fácil empatizar.
17. Shrek (Shrek)
El clásico ogro (literalmente) inadaptado, que solo quiere vivir en su casa, tranquilo y sin que se metan en sus asuntos, finalmente termina siendo arrastrado fuera de su pantano, amenazado de muerte y enviado a cumplir las órdenes de un monarca egoísta a quien le da igual si vive o muere. Después en la saga, encuentra el amor verdadero, pero vive lo suficiente para saber que el amor no basta. Además, sufre su crisis de la mediana edad y quiere volver a los “viejos tiempos”, como casi todos nosotros… Shrek es real como la vida misma.