Un hombre en el puerto Salerno, en Florida, se puso tan borracho en un bar llamado The Twisted Tunaen, que los hombres de seguridad del bar lo corrieron. Por lo que este hombre se puso a pelear con ellos y con otros clientes.
Después de esto, Gregory Sorensen, de 29 años, hizo la única cosa responsable que pudo hacer: brincó al río que estaba junto al bar.
Antes de brincar al río, Sorensen se aseguró de que su bicicleta llegara al río también con él. Luego siguió gritando y retando a las personas a pelear. Lo que es bastante rudo, ¿quién invita a alguien a pelear en un río? También se lleva algunos puntos buenos por llevar su bicicleta, al menos no iba a manejar en ese estado de ebriedad.
Antes de que terminara su espectáculo, Sorensen nadó del The Twisted Tuna a otro bar, el Shrimper’s Grill & Raw Bar.
En la siguiente fotografía verás la ubicación de ambos bares. En realidad es impresionante cómo pudo haber nadado en ese estado de ebriedad de un bar al otro, arrastrando su bicicleta.
Para un borracho de Florida nadar eso es el equivalente de nadar el canal de la mancha. Todo lo que necesitaba era más alcohol como motivación.
Una vez en aguas del siguiente bar, en vez de subir con calma por un muy merecido trago, Sorensen empezó a desafiar al guardia de seguridad de ese bar.
En ese punto ya habían marcado a la policía de Martin County, así que una vez que llegaron le quitaron la navaja de bolsillo que traía y lo enviaron tras las rejas. Los cargos que le imputaron fueron disturbios en la vía pública y resistirse al arresto.
¡Esperemos que la cárcel no esté junto a un río!