Cuando envejecemos y llegamos a ser adultos mayores, en nuestro rostro se acumulan las arrugas, el fastidio por la vida y una nueva inocencia por disfrutar de las cosas sencillas. Sin embargo, estos simpáticos nenes parece que ya nacieron con esa expresión y gestos que solo tienen los abuelos.
Estos 30 recién nacidos no tenían ni una hora de estar en el mundo y su cara ya refleja la molestia y hartazgo que solamente vemos en la cara de nuestros abuelos y abuelas. Además, su escaso cabello, arrugas en la frente y las muecas de una boca sin dientes terminan por completar la imagen de ser bebé con rostros de ancianos.