Recientemente, los whitexicans adoptaron la práctica de robarse ideas “baratas” y hacerlas pasar por vintage o fancy para cobrar más por ellas. Básicamente, los ricos están gentrificando todo lo que está a su alcance. Una prueba de este hábito es el “crostini de puerco”, la receta que anda ofreciendo el restaurante del Gran Hotel de la Ciudad de México.
Tan solo con el nombre puedes hacerte una idea de lo que lleva el platillo estrella y también con el puro nombre te puedes imaginar cuánto cuesta. Lamentablemente, no tenemos el dato del costo, pero ¿cuánto pagarías por “crema fría de aguacate con ‘crostini’ de puerco a la mexicana”?
En otras palabras, tomaron un guacamolito con pico de gallo y chicharrón y lo convirtieron en esta aberración minimalista que ellos llaman “festín de sabores mexicanos”. Aunque basta con ver la imagen para saber que el guacamole haría llorar a cualquier abuelita latina, pues si algo sabe hacer la clase altamente privilegiada, es cocinar sin sal.
Como era de esperarse, el invento gourmet despertó la ira latina que aparece cuando alguien mancilla e irrespeta nuestra cultura, por lo que diversos usuarios no dudaron en burlarse de la receta y atacar al hotel por gentrificar los Sabritones.
‘Sabrittone en una cama de crema de aguacate orgánico cultivado en un campo LGBT friendly’; ‘Voy corriendo a la tienda por una bolsa de crostinis’; ‘Wey, gentrificaron el guacamole’; ‘Marge, creo que odio a los ricos’.
Por último, es importante resaltar que la foto cuenta con un texto en letras pequeñas que dice “Imagen ilustrativa. Complementos no incluidos”, lo que nos hace levantar una ceja, porque, de por sí, el platillo ya se ve sumamente pobre, entonces no nos imaginamos cuáles son los complementos a los que se refieren. Quizá cada “crostini” tiene “costini” extra.