Sucede con gran regularidad que la prueba del alcoholímetro da su fallo en nuestra contra, a pesar de que hayamos bebido media cerveza, sin embargo hay que pasar a pagar la multa y como todos sabemos es algo tan costoso que desearíamos no haber bebido es noche.
A diferencia está el caso de unos jóvenes universitarios que bebieron tanto alcohol en una fiesta de fraternidad que el aire dentro de la casa dio positivo, según los miembros de la policía que fueron a aplacar el festejo.
Los vecinos, molestos, llamaron al departamento de policía para que acudieran a clausurar una gran fiesta en la que al menos 70 personas se divirtieran al ritmo de buena música y bastantes bebidas alcohólicas, en la fiesta que denominaron como: Martes de Tequila.
Cuando los policías se presentaron en la casa, encontraron bolsas de basura y aislamiento en las ventanas, latas y botellas vacías en toda la casa, de acuerdo con los registros informados por la corte.
Ocho personas se encerraron en un baño para esconderse de los oficiales, mientras que incluso se dijo que un chico saltó desde una ventana de un segundo piso en un intento de esquivar la detención.
Los asistentes a la fiesta tenían entre 17 y 20 años y, según los informes, se quedaron sin aliento cuando salieron del edificio, con policías instalando señalizaciones fuera de la casa.
En el extraño caso, al menos uno de los aparatos detectores de alcohol de la policía encontró que el aire ambiente dentro de la casa tenía 0.01 en la escala de medición, un registro que no representa peligro pero que de verdad sorprendió a todos, pues no es algo que suceda con normalidad.
La falta recayó en seis personas, quienes admitieron haber vivido en la casa. Ahora han sido acusadas de 126 cargos cada una por permitir la posesión y el suministro de alcohol a menores de edad.
Según los informes, los seis muchachos se negaron a confesar a la policía cómo consiguieron suficiente bebidas para crear un ambiente de esa magnitud.
Los chicos estaban inscriptos en la Universidad Americana, con sede en Washington DC, y todos eran miembros de la fraternidad Sigma Alpha Epsilon.
La fraternidad ya ha sido citada por las autoridades de la universidad, debido a tres violaciones al reglamento en tan solo este año escolar, además de tener otras cuatro sanciones vigentes.
De acuerdo con documentos judiciales, el grupo podría enfrentar multas de hasta 315,000 dólares cada uno por el haber infringido la leya a tal magnitud.
Esperemos que las fiestas hayan valido la pena, pues con el dinero de la multa podrían hacer la mejor fiesta de todos los tiempos.