Diciembre no sería lo mismo sin Mi pobre angelito en la televisión, pues este clásico de Navidad nos recuerda que los niños tienen una gran imaginación para sobrevivir cuando los padres no están en casa. Si de supervivencia se trata, Kevin McCallister se corona como rey, ya que nos ha demostrado que puede hacer de todo no solo para mantenerse a salvo, sino también para cuidar su casa de los Bandidos Mojados.
Ver la película con tantos golpes hacia Harry y Marv nos hace tener un poco de compasión por ellos, pues realmente sufren trancazos que en cualquier momento pudieron matarlos. Por ello Annie Onish, un ciruja experta en traumas, realizó un video explicando la gravedad de los golpes en las cintas y qué le hubiera pasado a los ladrones si eso hubiera sucedido en la vida real.
Wired fue el canal de YouTube donde se colgó el video en el que Onish analiza las escenas de Mi pobre angelito y pone a temblar a los fans con las explicaciones de cada uno de los golpes. La experta analizó cerca de 30 impactos a lo largo de las dos películas protagonizadas por Macaulay Culkin (básicamente porque las otras son basura). Te sorprenderás al conocer esta información.
Empecemos por la caída que tiene Harry de las escaleras del pórtico luego de que Kevin pusiera agua para congelar los escalones. De acuerdo con Onish, “esa es la caída más severa de la serie de películas”. La dolorosa caída le pudo haber costado al líder de los Bandidos Mojados algunas costillas rotas que le hubieran perforado algún órgano. Por fortuna, en la ficción solo vemos el golpe.
Otra lesión de gravedad ocurre cuando el joven McCallister le dispara a Marv con un arma de juguete mientras este se asoma por la puertita para perro de la entrada trasera. El proyectil del arma pudo haber terminado con un daño severo a un globo ocular, considerando lo cerca que estaba la pistola del rostro del ladrón y la puntería que puede tener un niño.
Claro que esto no es nada comparado con el daño que les causaría el golpe de la pala que les da el viejo Marley, también conocido como “el asesino de la pala de South Bend”. Según la cirujana, ese tremendo palazo le hubiera causado a Harry un hematoma epidural, o sea, “sangre acumulada bajo el cráneo pero fuera del cerebro”. Por si fuera poco, la sangre se expandirá progresivamente hasta causarle un desmayo o incluso la muerte.
https://www.youtube.com/watch?v=-gSWOXkHu38
Sin embargo, las travesuras de Kevin no se quedan ahí, pues en Nueva York sigue haciendo de las suyas para alejarse de los ladrones, a quienes mandó a la cárcel en la película anterior. Una de las escenas más fatales en esta segunda entrega es cuando le caen varios ladrillos a Marv en la cabeza. Ustedes saben cuánto duele un golpe en la cabeza, ahora imagen cómo le fue al ladrón, quien después de ello ni podía hablar. La doctora indicó esto como un síntoma de una hemorragia cerebral severa que le dañaría el habla.
Pero nada se compara a la electrocución que este bandido se llevó. Sí, claro, la comedia lo dejó hasta los huesos. Sin embargo, si eso le hubiera pasado en la vida real, no la contaría. Cuando el alto voltaje pasa por el cuerpo, este actúa como una resistencia, por lo que produce calor, tanto como para derretir y hasta licuar cualquier tejido muscular. Además, se pueden presentar arritmias cardíacas e insuficiencia renal, aunque eso es lo de menos.
Por último, pero no menos importante, está la escena del inodoro explosivo, en donde vemos que Harry tiene la cabeza en llamas (otra vez) y al darse cuenta, corre a solucionarlo, metiendo su cráneo en el excusado. Sin embargo, el líquido es un solvente inflamable que causa una explosión. Eso hubiera sido suficiente para acabar con su vida, difícilmente hubiera sobrevivido.
No cabe duda de que Kevin es un niño muy inteligente que se las puede arreglar en un mundo lleno de peligro. Sin embargo, esto nos deja pensando ¿quién es el verdadero villano? ¿Los bandidos o el niño? ¿El tío Frank? ¿De dónde saca dinero el señor McCallister? ¿Cuánto costó la reparación de la casa?