Imagínate ir al centro comercial y encontrarte a tu abuelo vestido de colegiala mientras se toma fotos con las personas. Suena algo perturbador, pero para Hideaki Kobayashi se ha vuelto su pasatiempo liberador de fin de semana. Este hombre de 60 años es un fenómeno en Japón por salir a la calle vestido con un uniforme escolar femenino.
Con una pronunciada calva, el cabello cano y una larga barba con trenzas, Kobayashi podría parecer un tipo rudo, pero esto cambia cuando comienza su transformación con un traje de marinerito, el mismo que muchas escuelas japonesas utilizan en sus instituciones. El abuelo no es discriminado, sino que se ha convertido en un personaje importante de la vida urbana.
Kobayashi viste como cualquier oficinista entre semana, pues es programador de software para una importante empresa, de la cual prefiere guardarse el nombre. Estudió en la Universidad de Waseda, en donde obtuvo los títulos de pregrado y posgrado en Matemáticas del Programa de Ingeniería de la universidad, una de las mejores calificadas del país. No solo es un hombre inteligente, también fue un estudiante dedicado. Además, es un fotógrafo de cosplay y, supuestamente, productor musical.
Pero más allá de su faceta diaria, muchos han quedado cautivados por su gusto por vestirse como colegiala. Lo han llamado de varias formas, pero Kobayashi ha elegido dos para que lo conozcan: “Sailor Grandpa” para su personaje y “GrowHair” para su marca como fotógrafo. El señor ha hecho tanta fama que jóvenes y adultos se amotinan junto a él para hablarle y pedirle fotografías.
Todos tenemos la misma duda: ¿Qué lleva a un hombre mayor a vestirse como una chica escolar? Kobayashi ha contado para distintos medios que su gusto por la ropa de mujer nació desde que él era un niño. Cuando iba a la escuela primaria, le gustaban los pantalones y faldas de niña. Sin embargo, su gusto fue un poco limitado y solo lo llevó en privado.
Pero todo cambió en el Design Festa de 2010, donde exhibió sus fotografías. En el evento estaba Kandy Milky, un hombre de edad conocido por travestirse como una mujer joven, y Kobayashi decidió aceptar a Kandy vestido como marinerita. En el evento fue bien recibido, pero fuera de ello, nunca había salido a la calle vestido con falda.
Sin embargo, el 11 de junio de 2011, una tienda llamada Ramen Shop Takanashi puso una oferta irresistible: “Si tienes más de 30 años y quizás un traje de marinero, puedes conseguir ramen gratis”. Era tan tentador que resultó ser la excusa perfecta para salir sin temor a lucir sus prendas.
Kobayashi admitió para Nikkan Spa que al principio, llevar un traje de marinera “fue malicioso”, pues era como una broma, ya que utilizaba elementos simbólicos de la cultura japonesa, algo kawaii contrastado con la figura de un hombre mayor. Aunque al inicio las personas solo se asombraban de su “valor”, con el tiempo fue hasta difícil moverse de un lugar a otro por la cantidad de fotografías que se tomaba con la multitud.
Es importante destacar que el travestismo es parte de la cultura pop japonesa. Es visto en series, películas, anime y manga, pero en la vida real es un poco diferente, pues Japón aún es un país muy conservador, irónicamente contrastado por su liberación sexual. Sin embargo, esto no detiene a las miles de personas que se visten de un género distinto para salir a pasear o vivir una vida plena y a otros tantos que disfrutan de convivir y tomarse fotografía juntos.
Uno pensaría que esto podría causar problemas en el trabajo, pero para Kobayashi no ha sido así. Su empresa sabe que se viste de marinera y de la fama que tiene, por lo que solo le pidieron no ir de esa manera al trabajo y omitir el nombre de la compañía. Pero incluso en las reuniones de compañeros fuera de esta, Kobayashi va con su falda de colegiala.
Su trabajo y peculiaridad lo han llevado a distintas partes del mundo, como a Francia, en donde fue embajador de buena voluntad de Cool Japan. “Sailor Grandpa” ha tenido participaciones en comerciales de televisión, videoclips e incluso en una banda de idols, Chaos de Japon, de quienes es su fotógrafo.